A
Antes de dejaros con el ex asesor económico del gobierno de
Ronald Reagan, Paul Craig Roberts, quisiera compartir lo que siento: estamos
llegando al límite de la vergüenza, del completo esperpento, del vómito.
El jefe del estado que ha perpetrado el mayor número de expolios,
invasiones y genocidios, que lleva desde el 11-S en guerra permanente con
todos, tiene la desfachatez de hablar en la ONU, cuyo propósito
fundacional es la Paz, como si nada de lo que está pasando tenga nada que ver
con el país que él preside.
Obama afirma que entró en Libia "para evitar
una masacre".
Y se queda tan fresco.
¿¿¿???
Y ¿nadie le tira un zapato a la cabeza? O, si es más tímido,
simplemente ¿se levanta y se va?
Sólo dos se atrevieron: Rusia e Irán.
¿Tanta gente tiene tanto miedo de decirle al emperador que va
desnudo?
Los tan inteligentes franceses, los tan sutiles italianos, los tan
rotundos alemanes, los tan humoristas ingleses... ¿alguno dijo algo? No,
nadie abrió la boca. Todos tragando, es que, chicos, aquí se cobra muy bien y,
total, si son dos días, para qué me voy a meter en un lío, mejor me callo que
estoy más guapo. Y, de todas formas, lo vamos a celebrar con caviar.
Y así va el mundo. Hace dos años Assad era el malo. Luego ISIS, el
E.I y demás descerebrados han estado dos años violando y matando en
Siria, y nadie entró a salvar a nadie. Chitón. Pero desde que Rusia ha lanzado
misiles a Siria desde el Mar Caspio, y China está en las costas del
Mediterráneo con su portaaviones, resulta que Francia dice que tiene que entrar a matar
"en legítima defensa", Inglaterra que tampoco se lo quiere perder ,
EEUU que, faltaría más, que ellos también se apuntan, no se vayan a quedar sin
nada que destruir. Y falta …. Ná para
que Israel diga que se tiene que
defender. Atacando por supuesto.
Los hay que creen que porque no pasó nada aparente el 25 de
septiembre, no va a pasar nada más.
Que se agarren los machos. Chicos, así empiezan las guerras
mundiales.Volved a vuestros libros de historia.
Al principio el malo era Assad, un horrible dictador. Había que
liberar al pueblo sirio del monstruo de Assad. Entonces vino Putin y le dijo a Obama,
quietos, que con Siria no se juega. Pero… apareció ISIS, qué oportuno, con toda
la publicidad necesaria en todas las cadenas, para que nos enteráramos bien de
que los malos malisísimos eran ellos: unos terroristas musulmanes que,
curiosamente, sólo mataban a cristianos y a musulmanes pero a ningún judío, y
que siempre disponían de todo lo necesario: armamento, munición, logística, telecomunicaciones,
miles de banderas negras, pantalones de camuflaje y camisetas negras made in USA,
y muuuuchas cámaras para filmarles a todas horas y hacerles publicidad en
toooooooooodas las cadenas de TV del
mundo occidental.
Ahora resulta que no, ya no es así.
El enemigo es el E.I. pero, bueno, Assad también es un poco
malo...
Si fuera yo, soldado americano, la verdad que me pegaría un tiro
en un pie para quedarme en casa, porque menuda ensalada.
El presidente estadounidense utilizó su discurso ante la Asamblea General de la ONU para encubrir, con la retórica habitual sobre los dictadores, "los crímenes de guerra masivos de Washington", los cuales han afectado a millones de personas, asegura el exasesor económico del gobierno de Ronald Reagan Paul Craig Roberts.
En el 70 aniversario de la ONU, "no está claro cuánto bien ha hecho", escribe el economista en su nuevo artículo, explicando que, mientras que algunas operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU "tuvieron un éxito limitado", en numerosas ocasiones la organización fue utilizada por Washington para hacer la guerra, como en el caso de la Guerra de Corea y la Guerra Fría contra la Unión Soviética.
"La ONU no ha hecho nada para detener las invasiones y bombardeos de siete países por Washington, ilegales según el derecho internacional, o el derrocamiento mediante un golpe de Estado de los gobiernos democráticos en Honduras y Ucrania por parte de Obama", lamenta Roberts.
Según el analista, de todos los discursos pronunciados en la Asamblea General este año, los más sinceros han sido los de los presidentes de Rusia e Irán, que se negaron a aceptar la falsa realidad que está siendo impuesta por los medios de comunicación occidentales propagandísticos y Washington "con el fin de seguir ejerciendo su hegemonía sobre todos los demás".
Mientras tanto, "Obama nos dio la perorata tradicional de Washington", afirma el economista, que analiza la intervención del mandatario estadounidense desde un punto de vista crítico.
Según Obama, EE.UU. ha trabajado para evitar una tercera guerra mundial, para promover la democracia derrocando gobiernos violentos, para respetar la dignidad y la igualdad de valor de todos los pueblos, "a excepción de los rusos en Ucrania y los musulmanes en Somalia, Libia, Irak, Afganistán, Siria, Yemen y Pakistán", recuerda Roberts .
El presidente de EE.UU. declaró que el propósito de Washington es "impedir que los países más grandes impongan su voluntad a los más pequeños", aunque, en realidad, "imponer su voluntad es lo que Washington ha estado haciendo a lo largo de su historia y, sobre todo bajo el régimen de Obama", apunta el analista.
Respecto a la cuestión de los refugiados que invaden Europa, EE.UU. afirma que no tiene nada que ver con ello, y que es culpa de Bashar al Assad, que tira bombas sobre la gente. "Cuando Al Assad deja caer bombas, oprime a la gente, pero cuando Washington lanza bombas, la libera", enfatiza el autor del artículo, publicado en el portal PaulCraigRoberts.org.
"Obama dijo que había atacado Libia con el fin de 'evitar una masacre', pero, por supuesto, fue el ataque de la OTAN contra Libia el que perpetró una masacre", prosigue el analista. "Pero todo fue culpa de Gaddafi. Él iba a masacrar a su propio pueblo, por lo que Washington lo hizo por él", ironiza.
En opinión de Roberts, "Obama trató de encubrir los crímenes de guerra masivos de Washington, los crímenes que han matado y desplazado a millones de personas de siete países" con la retórica sobre la necesidad de resistir a los dictadores.
En este sentido, Roberts recuerda la pregunta que hizo el presidente Putin en su discurso ante la Asamblea General, dirigiéndose a los que desde fuera generaron los conflictos en Oriente Medio: "¿Se dan cuenta de lo que han hecho?"
"Sí, Washington se da cuenta de ello, pero Washington no lo admitirá", sostiene el escritor, agregando que el discurso de Obama dejó claro que EE.UU. no acepta ninguna responsabilidad en la destrucción de vidas y en las perspectivas de millones de musulmanes.
"A lo que el mundo se enfrenta es a dos Gobiernos canallas antidemocráticos —EE.UU. e Israel— que creen que su 'excepcionalismo' los coloca por encima de la ley", lamenta Roberts.
A su juicio, "las normas internacionales significan las normas de Washington e Israel", y los países que no cumplen con los dictados de EE.UU. e Israel son los países que no cumplen con las normas internacionales, definición que no han aceptado los presidentes de Rusia, China e Irán.
"Las líneas están trazadas. A menos que el pueblo estadounidense entre en razón y expulse a los belicistas de Washington, la guerra es nuestro futuro", asevera el experto.