martes, 10 de noviembre de 2015

la MODA de la DEJADEZ y el abandono de nuestra DIGNIDAD




Es norma hoy confundir seducción con provocación sexual. En nuestra sociedad, la mujer es bella en tanto es capaz de generar deseo sexual, es decir deseo de posesión. La mujer es bella en tanto es "un buen polvo". En masa, ellas se prestan a este juego.  Y a esto se le llama "liberación sexual".
Estrellas que nos guían hacia la indignidad



¿Qué está pasando con la tradicional elegancia del pueblo español?
¿Por qué tanto abandono en nuestro aspecto? ¿Por qué cada día nos vestimos peor, cada día vamos más desarrapados por las calles? ¿qué hay detrás de esta moda?

SEXO, DROGAS Y ROCKAND ROLL SON MK ULTRA:

¿SEDUCCIÓN O PROVOCACIÓN SEXUAL?


LA ELEGANCIA DEL PUEBLO Y LA MODA DEL PODER:




El traje, y su historia, es una hecho social de gran interés y de gran calado, por tener varios niveles de lectura: la antropológica a nivel de civilización, la sociológica a nivel de las sociedades, y la psicológica a nivel individual, mientras que la moda es, más bien, un aspecto, digamos, comercial y coyuntural, que sólo alcanza cierta relevancia cuando se estudia en el marco de un momento histórico



José de Arimatea lleva un tabardo de brocado de oro, forrado de piel de visón y con largas mangas, Van der Weyden, Descendidmiento.Museo del Prado.


¿Qué interés puede tener hablar del traje del pueblo español en el momento actual?

En mi opinión de experta en el tema, esta cuestión permite desvelar el tremendo abandono de su propia dignidad que está demostrando el pueblo español.

Lo que planteo y argumento a continuación todavía no ha sido descrito por nadie por una razón muy sencilla: la historia del traje es una especialidad muy reciente, luego muy poca gente conoce y maneja estos datos.

Cuando uno estudia la historia del traje en Europa, España tiene un papel de liderazgo  por haber creado, no sólo unos tejidos magníficos, insuperables, debido a la presencia en España de la sabiduría persa traída a través del Islam español, sino que ha sido nuestro pueblo, desde la Dama de Elche -cuya indumentaria en nada copia a otras del Mediterráneo-, creador de formas, estilos, calzados, tocados, guantes de olor y todo tipo de prendas que se exportaban a muchos lugares de Europa a lo largo de siglos. 


 
(1540). MUJERES ESPAÑOLAS. que calzan chapines descritas por JAN CORNELISZ VERMEYEN, MUSEO STIBBERT, FLORENCIA. En españa, Las mujeres llevaban faldas con verdugados (estrucutura de aros de  mimbres que daban rigidez a las faldas)


Se han encontrado tumbas egipcias del siglo XII en las que las princesas yacían envueltas en finas alfombras españolas; en los cuadros de Robert Campin o Van der Weyden los personajes lucen prendas españolas como los tabardos de largas mangas y las damas flamencas se cubren con tocados españoles como los tranzados o los aljemes. Las venecianas calzaron los chapines españoles durante más de dos siglos… 
Retrato de holandeses,  regentes del hospital de Santa Isabel por Frans Hals. 1641.
Las prendas de color negro se pusieron de moda en toda Europa porque el tinte del Palo de Campeche fue traído desde México a la corte de Carlos V por Hernán Cortés. Si los holandeses retratados por Frans Hals visten de negro es porque adoptaron la moda española del siglo XVI, por parecerles la más exclusiva, digna, sobria y elegante; probablemente ignoraban que vestían la moda del imperio al que combatían. Y si hoy el esmoquin es negro, es por Hernán Cortés y la moda negra española.

Goya, Cartón de tapiz que muestra la gente del pueblo elegantemente vestida, 1786, Museo del Prado.
 En el siglo XVIII, con la llegada del primer Felón, perdón, Borbón, la corte española se pone a la hora de Versalles, con sus lazos, pelucas y encajes recargados. Pero el pueblo de Madrid, con su afamada chulería, supo decirle con salero a los afrancesados que ellos no iban a recibir lecciones de elegancia de nadie, y desarrollaron una moda colorista, vistosa, original, que se denomina, entre los especialistas, como “majismo”, y que la gente de a pie conoce como la moda “goyesca”, no porque Goya la creara, sino porque, siendo él también partícipe de esta reivindicación, la describió en sus cartones de tapices, serie que podemos considerar un homenaje a la elegancia del pueblo madrileño. A pesar de vivir en la corte, jamás se puso Goya una peluca a la francesa, el pintor aragonés siempre vistió como un majo, es decir, con la elegancia del pueblo.
Joaquín Sorolla en su viaje por España. 

Cuando, en 1911,  Huntington decide encargar a Joaquín Sorolla la decoración de la biblioteca de su fundación de Nueva York, la Hispanic Society, optaron finalmente por representar al pueblo español, en la línea orteguiana de que lo importante es  la “intrahistoria de España y su pueblo”. Lo que no se podía imaginar el pintor valenciano era la elegancia que tenían las gentes del campo, la belleza, calidad y variedad de los trajes, tocados y joyas de cada región, y se esmeró en retratar  el garbo con el que llevaban prendas tan sencillas como una capa desgastada  o una manta echada al hombro.  Los franceses y los italianos, que tan bien saben venderse, se han atribuido la exclusividad de la elegancia, pero ahí están los datos objetivos de la historia del traje en Europa que contradice esta afirmación.

Joaquín Sorolla, Valle del Roncal
A lo largo de siglos, numerosos viajeros extranjeros han ensalzado, en sus anotaciones, la gracia  con la que las españolas llevaban las mantillas, o la feminidad y seducción del movimiento de sus abanicos. Pero llegó el capitalismo y su inseparable novia, la industrialización, que han logrado destruir la dignidad del pueblo convirtiendo a los rectos y elegantes trabajadores de la tierra en obreros sucios, abandonados y vencidos.


Debido al franquismo, la moda hippy llegó más tarde a España que a otros lugares de Europa. Cuando yo era niña,  las muchachas que trabajaban en las casas se pomponeaban para salir. Tal vez no tenían mucha ropa de calle, pero la poca que tenían era de buena calidad, y cuidaban su aspecto hasta el mínimo detalle: nadie podía adivinar que venían de familias muy humildes. 

El otro día, en el funeral de un embajador, había personas en la iglesia vestidas con vaqueros y camisetas, siendo el vaquero una vulgar sarga, una loneta recia y resistente para los monos de trabajo, y las camisetas, simples prendas de ropa interior. El vaquero es a la moda lo que la hamburguesa es a la gastronomía, es decir, una victoria más del imperio americano.


Hoy en día está perfectamente integrado y normalizado que las personas “de izquierdas” vayan desaliñadas, con ropa que se compra ya rota y ajada. Para ser creíble, el antisistema irá zaparrastroso, mientras una persona vestida con elegancia y telas buenas será inmediatamente etiquetada como “de derechas”, cuando históricamente el pueblo español siempre vistió con elegancia y paños de calidad.  Todos los políticos siguen la norma actual, especialmente en periodo de campaña electoral, llegando a disfrazarse con prendas que jamás visten, con tal de complacer al votante. 


Ir con barba de tres días está de moda y hacer un comentario al respecto será entendido como una actitud retrógrada o “facha”. Las mujeres van por la calle, unas embutidas en prendas que dejan ver los más indiscretos detalles de su anatomía, en un tipo de moda boa constrictor, y otras lucen unas minifaldas tan diminutas “que se les ve el supositorio”, como decía mi abuela cubana. Todas ellas han adoptado la idea de que es correcto ir por la calle como promesa de cama, reivindicando que mostrarse como estando en el mercado es la máxima expresión de la libertad. ¿Pero de qué libertad estamos hablando si estas personas viven pendientes de gustar y excitar a cualquiera que pasa por la calle?
Si yo hiciera estos comentarios en la radio sin desarrollar lo anterior a modo de preámbulo, estoy segura de que muchos oyentes pensarían que soy una pija facha de bofetada.

Esto que entiendo yo como la pérdida más absoluta de la dignidad se origina, según  mis investigaciones,  en los años 60 con el movimiento hippy, movimiento de “liberación” que estableció que el libertario es un descamisado, un desarrapado -cuando Robespierre era un dandy que iba siempre impecable-. 


El movimiento hippy defendió una idea nueva, según él, “revolucionaria”: la libertad se encontraba en el rechazo a los valores tradicionales como la familia, la fidelidad en la pareja, el respeto a los mayores, y entre los cuales estaba también el rechazo a ir limpio y planchado. La juventud abrazó la cultura de droga, sexo y rock’n roll, blandiendo la bandera del amor libre, el consumo de drogas naturales o sintéticas, y marcó el inicio de la moda de la dejadez, del vaquero raído y de las melenas sin peinar.

La última moda de los pijos de ¡Hola! enero 2016: roto, destartalado, desaliñado, raído, pero ¡de marca! oyes.



su origen es el diseñado movimiento Hippy.
Imagen del festival de Woodsotck
Como cerdos en el fango.
¿cómo no van las élites a sentir asco por nosotros
si somos nosotros los que nos comportamos de forma despreciable?


Típica imagen de Festival de Rock
En ese agua podemos imaginar que hay de todo, vómitos, orina, escupitajos, heces...
Cuando uno está empetao, le da lo mismo 8 que 80.


Se puso de moda la suciedad, pero también la pérdida de los valores morales, y todo ello no fue sino una enorme confusión que dura hasta hoy y que enmaraña el concepto de libertad con el relativismo moral, el solipsismo, el hedonismo, inmerso todo en un mar de desgana, pereza y desidia. En cierto modo, podemos pensar que el movimiento hippy preparó el terreno para la socialdemocracia.
Está ya estudiado y demostrado por numerosos analistas y sociólogos que el movimiento hippy (lema: sex, drugs and rock'nroll)  no nació por generación espontánea, sino que fue un producto de ingeniería social, un movimiento de disidencia controlada fabricado por los think tanks del Instituto Tavistock, acompañado por el de la Nueva Era para canalizar la disidencia más espiritual (lema: peace and love) , y que estaba enmarcado en uno mayor conocido como “la guerra fría cultural”. El propósito fue dirigir a la juventud americana con ansias de cambio y sensibilidad de izquierda hacia un lugar en el que no se cuestionara el sistema económico de  la pax economica americana, para ello se creó el callejón sin salida de la música de la disonancia, la psicodelia y las terribles drogas sintéticas. Woodsotck no fue un simple festival, sino una operación MK Ultra, dirigida desde la CIA, agencia que proveyó al festival con cantidades ingentes de LSD y marihuana. Hasta los bebés fueron drogados.

La mayoría de las “estrellas” del rock, que guiaban a la manada de jóvenes desubicados y descentrados,  murieron por causa del alcohol y las drogas, y miles de jóvenes siguieron el camino de sus maestros. Mientras el amor libre y las adicciones degeneraron en parejas rotas y familias desestructuradas, y esto es visible al día de hoy.

Las oligarquías siempre han despreciado al pueblo, y lo han descrito como desaliñado, sin gusto, sucio y sin clase. Ahora el pueblo, sin que nadie le obligue a ello, ha comprado esta idea, ha hecho suya esta autoimagen denigrante y les está dando la razón. Llegando al extremo, según me cuenta un amigo concejal de un partido verde, que, en los partidos políticos de izquierdas, se critica a las personas que visten de forma cuidada porque no dan la “imagen correcta del partido”….

Una cosa es que el maltratador te desprecie, otra muy diferente es que tú te desprecies a ti mismo. Y aún iré más lejos: es porque el pueblo español no se respeta que está siendo basureado por sus gobernantes, cumpliéndose así la ley psicológica del maltrato: cuanto más te dejas maltratar, mayor es el desprecio del maltratador, desprecio que acaba transformándose en asco hacia su víctima.

El traje, que no la moda,  no es una frivolidad intrascendente, es la expresión de la idea que uno tiene de sí mismo. El garbo, el salero son palabras españolas que se traducen con dificultad a otros idiomas porque la elegancia, el estilo, el porte, el garbo, el salero han sido la seña de identidad del pueblo español desde siglos, y ahí sigue vivo en el baile flamenco, por ejemplo. Y esto no tiene que ver con la riqueza material ni los colegios caros, sino con la dignidad, la creencia en uno mismo, en nuestros valores morales, en la seguridad de que sabemos discernir entre lo que está bien y lo que no lo está.


¿Cuál es mi propósito entonces? Informar  de que la elegancia no tiene color político ni estatus social, está en la sangre y en el corazón. Que lo que está pasando en  la sociedad española es porque los españoles se han perdido el respeto a sí mismos, y este abandono se refleja no sólo en la vida política, sino también en nuestra manera de vestir, abandono que no es exclusivo de los españoles, por cierto,  está globalizado y es el rasgo que caracteriza  el modo de vestir de la socialdemocracia, imperante en los países desarrollados.


 
Sexo sin elevación, drogas que te aturden  y música disonante que  te achata en los niveles más densos de materialidad.
ESE ERA EL PLAN. 
Y LA GENTE ENTRÓ AL TRAPO 
DE LA SUPUESTA LIBERACIÓN

Nadie nos obliga a enseñar el culo por la calle como si fuéramos unas busconas. 
Nadie nos obliga a drogarnos, a destruirnos, a hacernos fecundación in vitro, a meternos bottox...
Nadie nos obliga a beber caca cola pero trillones la consumen.

Las drogas siempre fueron sustancias sapienciales que sólo algunos iniciados consumían, no por elitismo sino porque no todo el mundo es capaz de sacar partido de estas experiencias sin perder en ellas su libre albedrío y su dignidad. Es un viaje del que hay que saber volver y aplicar en esta dimensión lo aprendido en aquello.
Las drogas han sido introducidas  masivamente por las élites en la sociedad para destruirla, debilitarla, cansarla, agotarla, aburrirla, aturdirla, restarle claridad de pensamiento, 
en definitiva
PARA QUITÁRSELA DEL MEDIO.

Lo gracioso del caso es que la mayoría de la juventud es  consumidora de sustancias
y se cree que es un acto de rebeldía, de LIBERACIÓN, cuando están haciendo exactamente lo que las élites quieren. Se someten como esclavos pensando que alcanzan la libertad.

Pero no olvidemos que vivimos en el mundo de la inversión simbólica:
las cosas son lo contrario de lo que se dice.
La educación imposibilita la inteligencia.
El sistema de salud es el sistema de enfermedad,
La socialdemocracia es cualquier cosa menos democracia

.....

.
El cambio de conciencia consiste en reflexoniar y preguntarnos: 
¿en qué medida colaboro yo a mi destrucción?
¿en qué medida alimento yo el sistema que me destruye? 
¿qué debo hacer para ser plenamente congruente con mi deseo de cambio?


19 comentarios:

  1. excelente!! que es hora de abrir el corazón para entender que nos dejamos hacer, por esta maldita moda que roba la identidad pura de la experiencia humana...

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  2. Que la moda es veneno no hay duda.
    Que la cultura del abandono está corroyendo al ser, también me parece anotable.
    Pero cuando el traje es una fachada que esconde la escoria interior, prefiero ver la dejadez, que por lo menos es sincera (o mejor: esconde una dignidad insospechada).
    Desde la sinceridad se puede trabajar el ser, y llegar mucho más lejos que desde la hipocresía.
    Atrás del porte de las clases adineradas se esconden los sentimientos más podridos de la humanidad.
    Diferenciarse puede ser un buen punto de partida para iniciar la revolución.
    De más está decir que no es ésto lo que ha pasado en general. Si no que se ha fetichizado la revolución para convencer que la revolución es la estética (y una estética de la dejadez, para peor)...
    Pero la deshinibición, la libertad sexual, y en definitiva la libertad de experimentar el mundo más allá de la sensura de formas enfermas de la moral, creo que son conquistas valiosas de la cultura hippie.
    Ahora abría que ver como se rescata la revolución (o al hippismo) de la dejadez y la parálisis en la que han caido...
    Y este artículo parece una buena llamada de atención...

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    1. Repito, la elegancia no es un coto privado de las elites.

      El pueblo se ha perdido el respeto. Y, además, parece que no dejara que otros sí quieran recuperarlo.

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    2. Hola Pilar, interesantisimo el análisis, soy de Buenos Aires , inmediatamente recordé la campaña otoño invierno de una marca de ropa de aquí que se llama Portsaid, que está vigente ahora, y literalmente propone vestir formal con prendas que imitan la ropa de cama, literalmente pantalones de vestir que imitan pijamas, y hasta tienen un abrigo que se llama "el abrigo bata", que vendría a cumplir la función de un tapado. Portsaid.com.ar por si quieres verlo. Un saludo. Paula

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  3. Hola, has trabajado el post, te felicito.

    Independientemente de eso, solo quería decir que he empezado a leer con curiosidad y he terminado con un sentimiento que mezcla la tristeza con la impotencia. Cuanto más leía menos me gustaba.

    Sólo quería que quedara patente que es una pena tanto prejuicio, de verdad.

    Un saludo.

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    1. No me sorprende que no te guste lo que digo, porque lo que describo es bastante siniestro, y se carga muchas ideas establecidas.

      No entiendo lo de "es una pena tanto prejuicio".

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  4. Muy interesante la distinción entre traje, sentido de la autodignidad y moda efímera y consumista. Felicidades por el artículo.

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  5. Pues yo no recuerdo a mi bisabuela y bisabuelo, ni a mis abuelos con buenos paños, ni elegantes. Más bien telas pobres y alpargatas de esparto... si alguna vez habéis llevado esparto en los pies, mejor ir descalza. Mucha misera en general, la verdad, para poder llevar nada elegante. Ahora sí, dignidad y limpieza, a carretadas. Es obvio que hablo de gente humilde.

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    1. Bien, de eso trata el artículo: dignidad y limpieza a carretadas.

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  6. Interesantísima y transgresora visión. Entiendo que algunos puedan sentirse dolidos porque es tremendo entrever el tamaño de la cárcel en la que nos han metido, como dice la cita que encabeza, un mundo feliz de soma y leninas neumáticas que Huxley no hubiera imaginado ni en su peor pesadilla. Nos manipulan y nos roban la identidad para vendernos otra de usar y tirar.

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  7. Muy buen artículo, si. Yo también hace tiempo que pienso que suceden muchas cosas sospechosas para que perdamos los valores y, por tanto, la dignidad. En España es suficiente considerar a los valores "de derechas".
    La izquierda irreal de este país ha conseguido llamar liberación de la mujer a lo que no es más que la asunción de los roles machistas.
    Descuidan el lenguaje y se muestran como trozos de carne, deben ser promiscuas, beber, fumar, tomar drogas y dejarse hacer; que para éso está el preservativo, pero si no se usa tampoco pasa nada: está la pastilla del día después o los anticonceptivos ¿Qué mujer se puede negar a satisfacer al hombre que ha excitado habiendo tantas facilidades?
    Curiosamente no existe la pastilla para el hombre, ni se la espera...
    Como dije antes, lo que se busca es que la mujer se comporte como si fuera un hombre y a eso lo llaman liberación... sexual.

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  8. Querida Pilar,
    Has hecho un análisis buenísimo. Desde la observación lo aprecio cada día, cómo está degenerando el buen gusto y el cuidado personal y cómo la pérdida de dignidad va pareja a este cambio, con todo lo que supone a niveles muy profundos... es un rasgo más de la pérdida de identidad que nos está dejando indefensos y totalmente descolocados. Por mi parte, me hice esas preguntas que planteas y dejé de usar ciertas prendas que tomaron otro significado, dejé de comprar en ciertos comercios y trato de realizar compras que beneficien a quienes trabajan aportando algo auténtico, sea un alimento o una prenda de vestir. Gracias por expresarte tan bien. Un abrazo,
    Carmen

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  9. pintan asi a las mujerers sin dignidad par que tengan un mal modelo y que se imite
    interesa mas esto que mujeres despiertas con conciencia y con dignidad pero sobrertodo sin capacidad economica , y que siempre el manejo del dinero lo tengo
    el macho a fin de cuentas Wikipedia es sionista y todos los mensajes que se daan
    vienen dados por los mismos desde el mometo que se consiente en wikipedia
    la pederastia y otras muchas barbaridades es por el que el mundo y los medios
    estan movidos por los mismos

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  10. Pilar,gracias, me orienta mucho tu artículo, sobre todo en mi rollo de madre. Hoy, mi hija viendo el canal Disney, en una publicidad aparece tribilin y en su panza minni y Mikey, diciendo a que no sabes lo que podemos hacer cuando estamos solos...risas y se oscurece la panza de tribilin, el dice....siento cosquillas...risas....Pilar, el ataque es directo ahora. Definitivamente tenemos una inmensa responsabilidad como padres. Un saludo.

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  11. Excelente introducción por lo que tiene de informativo en lo que a historia compete.

    Pero puestos a mirar atrás y dada la temática que se comtempla no hubiera estado de más recordar las gestas visionarias que tuvieron lugar en los tiempos y recintos de las escuelas mistéricas de la antigüedad pre y posthelénica: Eleusis, Samotracia, Salmacis, los ritos órficos, etc., a los que se apuntaban con cierta regularidad gran parte de los genios presocráticos que a posteriori conformaron la cultura metafísica de la civilización que tanto ensalzas en tus escritos.

    Desde Pitágoras a Parménides, Demócrito, puede que hasta Heráclito -se dice- y tantos otros que llegaron a atisbar misterios de la vida, el espíritu y la materia en base a las experiencias vividas a través de los brebajes "sagrados" que allí se dispensaban, entre los que no solo se daba el kykeón.

    Sin olvidarnos de que cualquier compendio místico-religioso del pasado se pudo deber a la acumulación de saberes "paganos" que se dieron en la época en la que solo existía el chamanismo -y sus plantas de poder- para adiestrar a las gentes en uno u otro grado de espiritualidad cognitiva -a falta de un término más exacto en lo científico-.

    A los que acumulamos "cierta" experiencia psiconáutica desde jóvenes no nos extraña gran cosa que en base a tales episodios visionarios se acabara hablando de átomos, Infinito, el Universo como suceso matemático y menos aun que eminencias de la ciencia como Sir Francis Crick atisbaran el hallazgo del ADN tras comprometidas y a la vez fructíferas sesiones de LSD.

    De hecho lo has resumido sabiamente en este párrafo:

    [ "Las drogas siempre fueron sustancias sapienciales que sólo algunos iniciados consumían, no por elitismo sino porque no todo el mundo es capaz de sacar partido de estas experiencias sin perder en ellas su libre albedrío y su dignidad. Es un viaje del que hay que saber volver y aplicar en esta dimensión lo aprendido en aquello." ]

    Efectivamente, ahí se da en el clavo; según de que substancias psicoactivas se trate... en estas disciplinas SÍ hay que ser debida y selectivamente clasista; cualquier cenutrio no es apto para sacar partido cognitivo e intelectual de un vuelo por la multidimensionalidad de la consciencia y volver con sus cinco sentidos en estado de cordura mejorada; ni siquiera cabe pensar que algunos dispusieran de la posibilidad de volver ya fuere con su psique totalmente traumatizada para el resto de sus días.

    A la par de que en primer lugar, los más afortunados orates lo tildarían de alucinación; y en segundo debido a que, de salir medianamente airosos del suceso, a posteriori harían un uso lúdico del experimento en un futuro a medio o corto plazo.

    Cuando los que en realidad SABEN... conocen la naturaleza "sagrada" -a falta de mejor terminología- de cualquier evento psicodélico o psicotrópico.

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  12. Las drogas en general y los mal llamados enteógenos en particular hay que considerarlos un ritual de sapiencia de HIGH STANDING, Pilar; y según de qué alcaloides se trate hablaríamos de un rito arriesgado hasta lo letal o potenciador de la limitadísima percepción de que gozamos por la más que posible sesga a la baja que se nos hubiere podido inducir en nuestro ADN primitivo.

    Lo que sí resulta obvio es que todo el mundo no es apto para sacar provecho intelectual de este tipo de prácticas; pero los pocos o muchos "superhombres" con alma, intención, voluntad y criterio propio que fueron capaces de volver de la experiencia con su campo de conocimiento infinitamente reforzado no cambiarían jamás aquel suceso por la más prolongada estancia lectiva en la mejor de las escuelas o universidades del planeta.

    Para qué vamos a hacer cuentas de la millonadas de obras maestras que nos han dado los consumidores de estupefacientes tanto en lo literario, lo pictórico, lo artístico en general y lo acústico en particular. Ya fueren usuarios habituales o eventuales. Como compositor y productor musical y audiovisual ahí sí que sé de lo que hablo.

    En cambio dado que como entendedores del arte de la moda... algunos ni sabemos ni nos importa un bledo tal asunto, el resto sobre este extremo lo dejo a gusto de la audiencia. Servidor no se ve enfundado en esos paños goyescos ni siquiera de haber nacido en tales épocas, por ser más explícito.

    A lo más que me atrevería a pronunciarme sería para exponer que la estética en vestir pasa por la sencillez y la originalidad evitando lo absurdo y extravagante; el resto es puro circo, mercadería y ostentación innecesaria y consumo puro y duro; consumo que, por cierto, conviene muy mucho a los correspondientes gremios dedicados, a veces apoyados en manos de obra sometida indignamente.

    Por otro lado negarse a aceptar que no todo lo que viene de USA, Rusia, Zimbawe o Polinesia ha de considerarse empozoñamiento venenoso conforma una actitud tan sectaria como afirmar que cualquier tiempo o civilización pasada fue mejor que las que ahora nos influencian.

    Sin ir más lejos, los vaqueros son un buen invento, desde mi personal punto de vista; y además casan bien con casi todo, incluyendo las ridículas chaquetas y corbatas con las que la gente pretende pasar por "elegante" redundando en la repetición impersonal más ridícula y homologada; tales formas de vestuario comúnmente aceptadas por la sociedad como "normales" y "refinadas" connotan mayor supeditación a la influencia idiota de no se sabe quién o qué agente diseñador manipulador que cualquier vaquero o incluso chaqueta de cuero de motero; igual tú, Pilar... nos podías traer a colación a quién había que agradecer la implantación masiva de semejantes disparates de guardarropía: Camisa blanca, chaqueta y corbata per secula seculorum, me refiero). ¿De qué sirve una chaqueta cuando ni siquiera abriga el pecho? -por poner un ejemplo de sinsentido habitual en lo que a atuendo se refiere-.

    ¿Aceptar las bondades de prenda tan funcional va a suponer atiborrarnos de hamburguesas en MacDonalds los trescientos sesenta y cinco días del años? Pues... me parece a mí que va a ser que no.

    En fin: Como siempre te reconozco, Pilar; eres un crack; pero salta a la vista que en tu bagaje cognitivo falta incorporar la correspondiente experiencia psicodélica que permite a un individuo con noción disipar cualquier pánico a la muerte y el conocimiento secreto del funcionamiento real del Cosmos energético que habitamos.

    Podría llegar a afirmar incluso que... no haber experimentado ninguna vivencia extracorpórea ya fuere por los medios que fueren implica el más severo e imprudente ejemplo de MORIR absolutamente IDIOTA.

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  13. ¡Ah! Se me olvidaba, creo:

    Eres un soberano crack, Pilar... y se agradece sobremanera tu talante valiente a la vez de imparcial a la hora de tratar asuntos tan delicados y escurridizos.

    Y... nos vemos... (pero no en MacDonalds) :(

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  14. Impresionante, me voy a comprar ropa nueva.

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  15. Efectivamente. Para ser respetado hay que saber respetarse primero a uno mismo.
    El atuendo podría considerarse algo muy superficial, pero está claro que dice mucho de una persona en un primer contacto. Es nuestra forma de indicar a los demás cómo somos.

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