Ahora entiendo por qué el Rey cambió a Rajoy el ministro de Defensa: cuando llegó a la Zarzuela era Gallardón, cuando salió era Morenes... negociante de armas profesional. Se trataba de tener en el Gobierno español a un aliado belicista y directamente implicado con el negocio de la guerra.
Esto sólo era la República de Weimar
y su crisis del 29,
ahora viene la guerra mundial.
A continuación, un artículo importante
Por Cristina Martín Giménez
fuente: el espia digital
El 8 de julio, al mismo tiempo que en los cielos de Israel y Palestina silbaban los misiles y las alarmas antiaéreas ululaban en las calles hebreas como banda sonora del terror, se celebraba en la capital administrativa de Israel, Tel Aviv, una conferencia de paz. “Es la hora de la paz”, esgrimía el eslogan en el que dos palomas personificadas en los presidentes palestino, Mahmoud Abbas, e israelí, Simon Peres, sostienen una simbólica rama de olivo. Ambos participaron en el encuentro, uno detrás del otro, en una dura paradoja de la paz mientras caían los muertos, lloraban las madres y se aterrorizaban los niños. Es el tiempo de la paz pero también es el tiempo de la guerra. Impresionan las aristas de la vida humana.
El 8 de julio Hamas disparó más de treinta misiles contra Tel Aviv y Jerusalén, algo que no ocurría desde noviembre de 2012, mientras Israel bombardeaba Gaza. Muchos manifestaron su indignación en las redes ante la falta de visión de la prensa. Un mes después de la 62ª edición del Club Bilderberg observamos que el mundo ha acelerado el ritmo. Tras la clausura del foro internacional más importante del mundo, la guerra civil se intensificó en Siria; se proclamó un Califato Islámico (el primero desde el fin del Imperio otomano en el año 1924) que controla partes significativas de Irak y Siria y, además, reclama España como la tierra de sus abuelos amenazando con reconquistarla; una Irak desmembrada y una Irán perdida; una cruenta guerra civil entre Israel y Palestina transforma las palomas de en halcones. Y todo ello sin salirnos de Oriente Medio ya que hay otros conflictos cociéndose a fuego medio. Aunque el enviado especial de El Mundo, Sal Emergui no ha reflejado el vínculo cronológico en su crónica del día 8, no le ha pasado por alto que el ritmo del planeta ha cambiado desde una fecha clave: el 2 de junio, es decir, solo un día después de la finalización del foro Bilderberg celebrado en Dinamarca del 28 de mayo al 1 de junio. Recordemos que el lunes 2 de junio es, además, el día que el Rey Juan Carlos anunció su abdicación. Por muchos motivos esa fecha va a quedar marcada a fuego en los renglones torcidos de la Historia. Esta es la frase de El Mundo a la que acabo de referirme: Los acontecimientos se han precipitado a un ritmo vertiginoso desde que el 2 de junio Al Fatah y Hamas pactaran un gobierno de unidad formado por tecnócratas. Netanyahu criticó duramente este pacto pero la tensión se disparó el pasado 12 de junio cuando tres adolescentes judíos fueron secuestrados y asesinados. Israel acusó a un comando de Hamas e inició una masiva redada arrestando a más de 400 líderes y militantes islamistas en Cisjordania.
El mismo lunes 2 de junio me entrevistó el periodista Miguel Ayuso, de El Confidencial, y expresé que esta había sido la reunión más guerrera que he observado en toda una década dedicada a investigar al Club y que en esta ocasión se habían cerrado importante negocios de guerra. Al día siguiente publicó la entrevista, que hoy se convierte en una prueba fehaciente de las afirmaciones que realicé en esa fecha clave.
En opinión de Martín Jiménez, “el club Bilderberg está preparando el escenario para un posible gran conflicto bélico: “Lo que han consensuado es que de aquí a unos meses o un año va a haber una gran reestructuración militar, económica y comercial originada por un cambio importante en la historia del mundo: un conflicto bélico de grandes dimensiones”.
El cisma del mundo árabe está generando elevados beneficios a las multinacionales con empresas de material bélico. En el hotel Marriott de Copenhagen estaban, entre otras, Airbus y Saab, implicadas en la cadena de fabricación de aviones de combate. De hecho, tan solo una semana antes de la conferencia, Saab firmó un acuerdo de 300 millones de coronas con el ministerio de Defensa sueco para proporcionar servicios avanzados en materia aérea a las Fuerzas Armadas durante los años 2014 y 2020. Los jefes de los fondos de capital HSBC, KKR y UBS, que ofrecen servicios financieros en todo el mundo, la directora del FMI, Christine Lagarde, o el presidente de Deutsche Bank y miembro del comité directivo de la farmacéutica Bayer, Paul Achleitner, así como la firma Goldman Sachs y las petroleras BP, Shell o EXXON recibían información privilegiada sobre la verdadera situación en Ucrania, China, Japón y Oriente Medio. El director general de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, Ahmet Üzümcü, tampoco se perdió el encuentro y tan solo tres semanas después supervisaría la entrega del arsenal químico del Gobierno sirio. ¿Pero qué hacían todos estos inversionistas, burócratas y representantes de petroleras en unas reuniones secretas donde se habló de las crisis, guerras y conflictos presentes y futuros a lo largo y ancho del globo?
Conocer el plan por el que iban a apostar EEUU y sus aliados proveía de claves esenciales para invertir el dinero. El imperio Bilderberg iniciaba una nueva campaña bélica y aquellos que inviertan en guerras recogerán botines.
Lo que pasa es que en este caso el enemigo, Rusia, es demasiado poderoso y saben que no pueden ganar. De no ser así ya hubiesen invadido Siria y jamás hubieran permitido la anexión de Crimea. Y si a esto le sumamos a China, el hueso es demasiado grande para la otan. Ese conflicto no lo veremos.
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