Una manera de hacerle la guerra a l'Oréal y Cia es el recurrir a viejos trucos.
Os recomiendo un peeling maravilloso que sale baratísimo y queda la piel "tan lisa y suave como fondo de mortero de piedra", como decía Quevedo.
Se necesita: disponer de una hora de silencio y tranquilidad, de una bañera, azúcar, aceite de almendras u otro aceite que te guste, un cepillo de uñas. Si has quitado la bañera para hacerte un cuarto de baño con ducha de diseño: te fastidias, no lo podrás hacer. Quitar una bañera para poner una ducha es el colmo del sometimiento, es rendirse al mundo de las prisas y de la hipereficacia que no nos beneficia en nada. Recuerdo que cuando yo era niña en el baño de servicio había una ducha, en el de los señores una bañera..... Si ya no tenemos tiempo ni para darnos un baño, apaga y vámonos. Este es un tratamiento de lujo: hace falta tiempo, silencio y una bañera.
Ponerse a remojo en la bañera durante mínimo 20 minutos, si pones música suave y velitas, mejor. Cuando haya pasado ese tiempo, ya tienes la piel reblandecida , pones un poco de azúcar en el hueco de la mano y un poco de aceite y te vas frotando a conciencia todo el cuerpo, insistiendo en codos, rodillas y todas las partes que suelas tener rugosas. Si no tienes la piel muy delicada te puedes frotar con el cepillo de uñas. Necesitarás a alguien para terminarte la espalda. Los talones necesitarán de un frotado más fuerte, existen unos ralladores, como los de rallar parmesano, pero en pequeñito, muy efectivos. Si la piel se enrojece no te preocupes, es bueno, porque has provocado la circulación de la sangre en la epidermis. No te enjabones para terminar, simplemente aclárate abundantemente. Sécate, perfúmate y acuéstate , ¡ verás qué éxito!
Los hombres también os lo podéis hacer.
¡A nosotras también nos gustan los chicos con la piel suave!
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