lunes, 28 de enero de 2019

Lo que nadie te contó sobre el Museo del Prado

El Museo del Prado no es un museo más sino una escuela de genios que influyó en toda la historia del arte europeo desde el siglo XVI.
El gran pintor sevillano del que no recuerdo el nombre es Valdés Leal.





domingo, 20 de enero de 2019

La destrucción de la familia, la principal meta. Por Ibn ASad

Artículo exclusivo de Ibn Asad: “Tecnocracia global y destrucción familiar”


https://contraperiodismomatrix.wordpress.com/2011/07/03/articulo-exclusivo-de-ibn-asad-tecnocracia-global-y-destruccion-familiar/

Colaboración exclusiva del ensayista más brillante de la historia. Soberbia descripción de toda la panoplia que tienen preparada los illuminati para CONVERTIRTE en una máquina infrahumana. Aunque el artículo es largo, no tiene desperdicio. El plan del NWO, Nuevo Orden Mundial, viene de atrás y ya en el siglo XIX lo tenían todo planeado. Infórmate y depierta, Cuanto antes lo sepas, mejor:
♥♥♥
“Al colaborar en un blog como éste, me consta que muchos lectores serán jóvenes y muchos tendrán un molesto concepto de algún miembro familiar (“el pelmazo de la suegra”, “el plomo del cuñado”, “la rompe-pelotas de la tía”…) Es natural. Pero aquí no se va a tratar un proceso natural. Quizás los lectores más jóvenes (y los no tan jóvenes tampoco) no saben que han sido atacados durante más de un siglo por una comunidad científica con un objetivo explícito: la destrucción de la unidad familiar. No es ningún secreto… basta con abrir los ojos para evaluar su éxito. Pero, ¿somos conscientes de ello?
Poco importa qué raza, qué religión, qué nacionalidad tenga el lector. Si busca en su corazón, todo ser humano encuentra los mismos pilares sagrados: su familia, su padre, su madre. Dijo el Profeta (sal-la allahu ‘alaihi wa sal-lam): “El paraíso está a los pies de todas las madres.” Y es que a todo ser humano, musulmán o no musulmán, no le cuesta encontrar una valencia sagrada siempre presente en su seno interno: su madre. Somos humanos en la medida en la que nuestros padres (y en especial, la madre) nos lo permitieron ser: nuestra inteligencia, sensibilidad, pureza, voluntad, fuerza, vigor, valentía, honestidad… fueron transmitidas por nuestro padre y por nuestra madre. Sólo en las comunidades más decadentes y moribundas se encontrará la completa profanación del principio maternal: los bad boys norteamericanos se saludan entre sí al estilo Tarantino (hey, motherfucker!), los coleguitas que se encuentran en el Malasaña madrileño se dicen amistosamente “¿Dónde te habías metido, hijo de puta?”, y en las pintadas del Muro de Berlín una de las palabras que más se encontraba era “Hurensohn”. Sin embargo, aún hoy (con la excepción de la Gran Europa), no se puede insultar a una madre sin consecuencias fatales. Si en una discusión entre magrebíes alguien menta a una madre, esa discusión acabará en sangre. Eso está garantizado. Si quieres buscar una pelea mortal, pronuncia la palabra prohibida entre iraquíes, pakistaníes, nigerianos, indonesios… te aseguro que no saldrás ileso.
Lo que parece una “diferencia cultural” supone ser sólo un reflejo de un proceso que afecta a todo el mundo globalizado y que tiene como núcleo, en efecto, Europa y Estados Unidos. En este proceso están implicados un gran número de profesionales, de instituciones, de organizaciones, de universidades… de una manera mucho más consciente de lo que algunos de vosotros preferís creer. Porque este proceso de destrucción del valor familiar no es sólo un proceso; es un plan. Intento explicarlo en forma de síntesis:
PLAN GLOBAL DE DESTRUCCIÓN DE LA FAMILIA
Intentemos ponernos en el lugar de un globalista que busca un control absoluto del individuo (lo que él considera su siervo, su vasallo, su esclavo). ¿Cuál será la última oposición que encontrará en su psicópata ambición de controlar a los pueblos? Todo individuo miembro de cualquier comunidad humana tiene un sano y natural mecanismo de defensa en su familia: si te atreves a atacar, por ejemplo, a un gitano, tienes que saber que después de agredirle tendrás que derribar también a sus primos, a sus tíos, a sus cuñados, a los vecinos… Si llevamos esto a un nivel más amplio, comprendemos que el proceso globalizador tiene como mayor enemigo a la unidad familiar: si el individuo no tiene familia, queda indefenso a cualquier ataque gubernamental; si el individuo no tiene
padre que le infunda coraje y osadía, estará sin defensa ante el adoctrinamiento secular del Establishment; si un individuo no tiene madre que le dé cariño y protección, el poder político podrá “criar” a esa persona al antojo de sus intereses. En palabras claras: sin tu papi y sin tu mami, el Gran Hermano tiene vía libre para devorarte.
EN EL SIGLO XIX YA TENÍAN PREPARADA LA AGENDA GLOBALISTA TOTALITARIA
Gustave Le Bon, antecedente de la manipulación de la psicología de masas de Freud
Este simple principio lógico (la familia como principal enemigo del proceso globalizador) está explícito en el trabajo de filósofos y sociólogos decimonónicos que sentaron las bases de esta ciencia (¿Ciencia? Sí, ciencia: con universidades, departamentos, fundaciones y titulaciones académicas propias). Gustave Le Bon escribió en 1895 “La Psychologie des Foules”, y este trabajo influyó en profundidad a Sigmund Freud que escribió mucho más tarde “Massenpsychologie und Ich-Analyse”. Quienes crean que la ingeniería social en manos de los globalistas es una “teoría” propia de un “conspiranoico” (sabéis que detesto esa palabra) que lean esos dos trabajos: que empiecen por el decimonónico Le Bon y terminen con la psicología de masas freudiana. En la teoría, las pretensiones “socializadoras” de la intelectualidad europea de finales del siglo XIX dejaron bien claras sus intenciones: la familia sobra, la familia molesta a la élite, la familia supone ser un incordio para todo tipo de sociedad controlada científicamente.
LOS JUDÍOS MARX Y FREUD VIVÍAN EN LA SEDE ILLUMINATI:
LONDRES
Tumba de Karl Marx en Highgate (Londres)
Pero estas pretensiones no se quedaron en la teoría. La intelectualidad secular europea tenía un plan de praxis que nunca ocultó y con el que fantaseaban en sus obras sin ningún tipo de complejo: buscaban construir una “nueva sociedad” (sic, así dijo por ejemplo Proudhon), un “nuevo hombre” (sic, así dijo por ejemplo Nietzsche), una “nueva ciencia” (sic, así dijo por ejemplo, Galton). No sólo se contentaron con negar a Dios, repudiar a Dios, “matar a Dios”… osaron también intentar sustituirlo. Comenzaron a jugar a ser Dios, creando hombres ideales, ciudades ideales, sociedades ideales. Esta blasfemia se apoyó en una comunidad científica financiada por la misma minoría industrial-bancaria que ahora mismo se jactan de ser los dueños del mundo. La élite científica de finales del siglo XIX se arremolinó alrededor de un único centro institucional: Londres. Karl Marx era alemán, pero redactó y publicó el Manifiesto Comunista en Londres (de hecho, él mismo está enterrado en Highgate). Sigmund Freud era austriaco, pero se fue a “teorizar” a Londres (él mismo, vivía en Maresfield Gardens). Elliot Jaques era canadiense, pero se mudó a Londres para trabajar en Tavistock Institute. ¿Por qué Londres? Pues porque toda hueste de este monstruo tiene allí su nido.
Las utopías sociales se aparearon con las utopías biológicas y raciales a través de una misma enfermiza familia endogámica: Galton-Darwin. Charles Darwin no sólo se interesó por los bichitos de las Galápagos; él dijo: “si podemos motivar a las mujeres a ir detrás de los beneficios materiales, dejarán de tener hijos.” Su primito Francis Galton se volcó aún más en el ser humano y en pretender “mejorar la raza humana en las próximas generaciones”. Del ayuntamiento incestuoso entre ambos, surgió el “darwinismo social”. Literalmente: mientras esta gente teorizaba sobre su “sociedad ideal”, su “hombre ideal”, su “raza ideal”… sólo procreaban entre ellos en un régimen endogámico sólo comparable al que se somete a los perritos cocker con pedigrí. Una de las pocas familias involucradas en este experimento de élite científico-racial fueron los Huxley; y esto nos lleva directamente al fielH.G. Wells, socialista fabiano perro bulldog de Charles Darwin (no le estoy insultando: así fue llamado en su tiempo): Sir Thomas Henry Huxley.
EUGENISTA THOMAS HUXLEY CON EL GESTO MASÓN
El llamado “perro bulldog de Darwin”, Sir Thomas Henry Huxley
Este círculo científico vivía y trabajaba (y trabaja) con un objetivo que sus escritos nunca ocultaron: construir una sociedad ideal jerarquizada a través de una ciencia secular representada por una escasa minoría científica que en última instancia rinde pleitesía al Imperio Británico. Es por ello por lo que en estas gentes confluyen espectros sólo reconciliables a través de la más abyecta hipocresía: el puritanismo victoriano con el ateísmo científico, el anglicanismo rancio con el escepticismo propio del empírico, el moralismo cristianoide con la más rabiosa inmoralidad. El núcleo político de esta selecta minoría se encontraba en la Fabian Society: los “socialistas” (así se definían) que tenían como estrategia imponer el programa socialista a hurtadillas, sin encarar al enemigo (como se supone hizo Fabius Maximus). Un miembro de la Fabian Society fue H. G. Wells, que fue alumno de T.H. Huxley (el “perrito” darwinista) en la Royal College of Science. Muchos piensan en la actualidad que Wells fue sólo un novelista de ciencia-ficción, pero si leemos sus libros de no-ficción, encontraremos un buen montón de folletos de propaganda New World Order (literalmente; así se refería al proyecto fabiano: New World Order). Wells hizo explícito que para llevar a cabo ese proyecto, “debemos destruir y terminar la obsoleta unidad familiar”. Si quieren conocer a H.G. Wells les recomiendo que lean “Outline of History”, obra histórica en la que colaboró el que después sería director de la UNESCO, Julian Huxley (nieto del bulldog), que dijo: “Si introducimos una sociedad que devalúe la vida humana y sacamos a la humanidad de su altar como ser privilegiado del planeta, entonces podremos llevarlo a nuestra sociedad controlada como población útil.” Pero el programa de ingeniería social de la tiranía científica no lo escribió un británico, sino un judío austriaco, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, que pasaba sus últimos días activos en el Tavistock de Londres.
LAS OBRAS DE WELLS HIEDEN A NWO
H. G Wells socialista fabiano, que nunca corregía al escribir, autor de La Guerra de los Mundos
“Propaganda” (1920) de Bernays sentó las bases de la ingeniería social tal y como la conocemos y la sufrimos en la actualidad.
El primer ensayo fueron los años veinte (The Happy Twenties). En periodo de entreguerras, instituciones norteamericanas en estrechísima hermandad con las británicas, implementaron la primera revolución sexual: charleston dance, cigarrillos para mujeres, cabarets… el cine sonoro aparece en 1927 de manos de la productora Warner (“The Jazz Singer”), se introduce en la sociedad la cocaína (los Freud y compañía ya la habían estado probando empíricamente años atrás), y las mujeres se cortan el pelo como los hombres. Consecuencias: se quintuplica en Estados Unidos el número de orfanatos controlados por el gobierno, se triplica el número de divorcios, y se multiplica en una proporción no determinada el número de contagios de enfermedades venéreas. La ingeniería social de la élite secularizadora se sorprende de lo fácil que es devastar el sustrato cultural de una sociedad para implementar los contenidos útiles para su proyecto. Asombrados por la vía de manipulación de masas abierta, Lavrenti Beria dijo en la reunión de la Internacional Socialista en 1934: “Llevaba un siglo alterar la estructura cultural de una nación. Con los medios que tenemos ahora se puede cambiar en cinco años.” Esto lo dijo Beria en 1934… ¡y ni los soviéticos, ni los anglo-americanos tenían aún televisión, ni videoclip, ni muchos menos Facebook! Los felices años veinte fue sólo un frugal aperitivo.
“THE HAPPY TWENTIES” FUE EL PRIMER PLAN DE INGENIO SOCIAL
La II Guerra Mundial supuso un fantástico experimento de pruebas en lo que respecta a la psicología de masas. Todo el trabajo de devastación cultural y familiar de las últimas cuatro décadas, se pudo hacer en cuatro años: la II Guerra Mundial deja millones de huérfanos, infancias rotas y familias mutiladas. La consecuencia política directa de la II Guerra Mundial fue la actualización de la Sociedad de las Naciones (definida por el vocero faldero del socialismo fabiano H.G. Wells como “el núcleo del gobierno mundial”): nace la ONU con sede en el solar neoyorkino propiedad de la familia Rockefeller. ¿Y a quién tenemos como primer director de la plataforma científica, cultural y educacional de la ONU? A Julian Huxley, el nieto de Thomas Henry Huxley, el endogámico bulldog de Darwin. La misma familia; el mismo programa. El hermanito de Julian, Aldous Huxley fue quien publicó años atrás “Brave New World”, novela mala en donde se fantasea alrededor de “los nuevos paradigmas familiares abiertos por la tecnología” (sic.) ¿Qué paradigma es ese? Familias sin familia: niños educados científicamente a través de herramientas tecnológicas en manos de la élite europea secular.
EL EUGENISTA JULIAN HUXLEY FUE DIRECTOR DE LA UNESCO
RUSELL ANHELABA UNA “SOCIEDAD DISEÑADA”
Lord Bertrand Russell, filósofo eugenista
En este contexto entra en escena una pieza de ajedrez importante: Bertrand Russell. Lord, Sir, Conde de Russell, nieto del Duque de Bedford… ¿Tenéis claro para quién trabajó este señor? Russell, tras estudiar en Cambridge y Los Angeles, se puso a trabajar en el Trinity College británico, llevando a cabo estudios que sólo la maldad de la maldita Corona británica pueden permitir y financiar. “The Impact of Science on Society” (1951) ya nos habla de una sociedad diseñada y fabricada por una tiranía tecnocrática: “made society”, “design society”, “create culture”… son expresiones cotidianas en la fraseología russelliana. El señor Russell dijo: “Al construir una sociedad narcisista en donde todos están preocupados por sí mismos, la población no se levantará por nada ni nadie; y así el gobierno dominará a cada individuo directamente.” A partir de la segunda mitad del siglo XX, comienza una escalada de ataques a la estructura social y familiar de todo el mundo, con periódicas revoluciones culturales y tecnológicas que arrasarán los resquicios de sustratos culturales genuinos. Apriétense los machos.
“QUEREMOS UN MUNDO DE MIEMBROS Y MIEMBRAS

Una mujer moderna (Biviana Aído, del PPSOE a la ONU)
DISEÑO SOCIAL, DISEÑO FAMILIAR Y DISEÑO SEXUAL
Conocemos los detalles del plan de destrucción familiar no tanto por Bertrand Russell (que supo esconderse tras su figura pública), sino por Jacques Ellul. Russell ganó el Premio Nobel; a Ellul no le dieron ningún premio así. Russell tenía más medallas que Michael Phelps (Sylvester, De Morgan…); Ellul no fue condecorado por el Establishment científico. No voy a poner a Jacques Ellul en un pedestal que no merece, pero lo cierto es que la crítica voz de Ellul es el más explícito testimonio de lo que en realidad estaba llevando a cabo el socialismo tecnocrático europeo. La obra de Ellul señala lo que él llamó “la societé technicienne”. La propaganda tecnocrática no busca adoctrinar al esclavo con argumentos lógicos, sino que va directamente al aspecto emocional del ser humano donde éste se encuentra intelectualmente indefenso. Es por ello por lo que el sentimentalismo es el dominio preferido de los medios de propaganda seculares. Y es por ello por lo que la sexualidad es diseccionada y actualizada como engendro a través de una devastación del hombre y de la mujer (ellos lo llamarán “revolución sexual”). Veamos qué hacen con la mujer y con el hombre, con la madre y con el padre, contigo y conmigo.
Devastación de la mujer; actualización secular del arquetipo femenino: Galton, Wells, Huxley, Russell (todos ellos hombres)… todos hicieron explícito identificar a la familia tradicional como el enemigo a batir en su “sociedad ideal”. Si meditamos en ello es lógico que no haya nada más temible para los globalistas que la capacidad de amor, protección y ternura innatas en toda mujer. Si la fuerza política quiere adoctrinar a las nuevas generaciones, saben que tienen que: a) aniquilar a las madres; o b) convertir a las madres en estériles repetidores de propaganda. ¿Qué hicieron? Hicieron ambas cosas.
Siguiendo el principio de Darwin ya citado, tanto los soviéticos como los banqueros-industriales anglo-americanos (en última instancia, son los mismos) financiaron periódicas revoluciones culturales, que dieron una ilusión de liberación a una mujer que, a partir de ese momento, se vio obligada a competir laboralmente. El éxito inmediato de esta maniobra fue la duplicación de la recaudación fiscal: ahora, el Establishment se garantizaba un doble momio con el saqueo a través de los impuestos tanto del padre como de la madre (los dos trabajan, los dos cotizan, los dos son sangrados). Por supuesto, la maniobra no se quedaba ahí: la educación de los hijos de las llamadas madres trabajadoras fue adjudicada a una recién estrenada televisión que en los años cincuenta y sesenta hace su estelar aparición. Los índices de divorcio se dispararon exponencialmente a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX; también el de los abortos y el de los orfanatos gubernamentales.
Todo el movimiento feminista fue financiado y soportado por las mismas instituciones públicas y privadas que aquí se han citado. (Existen libros muy buenos que tratan este tema; cito por ejemplo, “Seeds of Destruction” de F.W. Engdahl) La implementación de todo esto fue (y es) global, y aunque Europa y Estados Unidos fue su laboratorio de pruebas original, en el siglo XXI ya se puede evaluar su alcance: millones de mujeres incapacitadas y lisiadas científicamente para ejercer como tales, como esposas, como madres, como compañeras de vida. El Novus Ordo Seclorum busca la erradicación de las diferencias sexuales en su dimensión sacra y eminente. Por ello, la mujer moderna es sólo mujer en el aspecto exterior que aún tiene utilidad publicitaria y económica. Si las mujeres cada vez son menos mujeres… ¿Qué está ocurriendo con los hombres?
MONEY, MONEY, MONEY…
Un hombre moderno
Devastación del varón; actualización secular del arquetipo masculino: ¿Qué está ocurriendo con los hombres? Lo mismo que con las mujeres. Han conseguido neutralizar los activos viriles que necesita toda comunidad para defenderse: el vigor, la valentía y la lealtad. Para ello, la ingeniería social globalista se ha servido de instrumentos de programación de las masas, como el deporte. Los instintos tribales de agrupación y defensa son controlados a través de espectáculos deportivos. Han conseguido que la furia de un varón ante la injusticia, la barbarie y el ultraje, se controle y se canalice a través de la simpatía sentimental hacia un equipo deportivo. Han conseguido disfrazar el sentimiento de pertenencia a una comunidad con los colorines de las camisetas, las mascotas y los aros olímpicos. Han conseguido captar la atención del varón con una simulada pantomima de valores heroicos, sin ningún heroísmo ni ningún valor. Eso es el deporte.
Otro instrumento para desvirilizar al hombre moderno e incapacitarlo de cara a la formación de una familia ha sido el erotismo. La psicología conductivista aplicada a las masas sabe que un varón bombardeado con estímulos eróticos constantes, acaba acostumbrándose al contenido erótico de tal forma que su libido queda desvigorizada y reducida a lo estrictamente biológico-genital. Algunos lectores jóvenes se sorprenderán, pero así es: cuanto más derroche de energía sexual, menos virilidad. Más claro: cuanta más pornografía, menos fuerza viril. (Eso no lo digo yo, ni tampoco la sexología de los modernos: quien quiera investigar sobre los conceptos tántricos del sthula-bindu y del ojas, recomiendo un libro claro y hermoso del querido André Van Lysebeth, “Tantra. The Cult of Femenine”.) Esta emasculación espiritual del varón y la animalización de su sexualidad, favorece una trivialización del adulterio, en la actualidad generalizada en todos los países occidentales. A quien no le quede claro que el varón es cada vez menos viril, menos leal y menos vigoroso, que descienda (con Virgilio o sin él) al Rozze Burt holandés, al Soho londinense, o al Chueca madrileño. Le aseguro que será un garbeo muy revelador.
Existen otras herramientas importantes en la desvirilización del hombre moderno, como la industria farmacéutica, la industria alimenticia o la industria del entretenimiento. Incluso en términos cuantitativos y físicos, la OMS reconoce que la calidad del esperma de la población estadounidense se ha reducido en los últimos treinta años en niveles inexplicables. Algo parecido pasa con los europeos y con todos los varones de un mundo ya globalizado. Y si todos reconocen que este mundo ya está globalizado… yo pregunto: díganme, señores, ¿quién lo ha globalizado?
Esto es clave: la familia no ha muerto en menos de un siglo por un proceso natural; se ha cometido un asesinato con alevosía. Existen presupuestos anuales de millones de dólares dirigidos a instituciones, fundaciones y think-tanks que buscan optimizar el control tecnocrático sobre una población valorada como un rebaño de ovejas. Departamentos militares, servicios de inteligencia, ministerios públicos, instituciones filantrópicas… todos persiguen un mismo objetivo (¡llámenlo “socialismo” si quieren, y verán en qué polémica se meten!). La mayoría de los profesionales involucrados en estos organismos no saben (ni quieren saber) para qué agenda están trabajando, y se limitan a actuar según su adiestramiento profesional. El 99,99% de los psicólogos, psiquiatras, sociólogos, educadores, relaciones públicas, publicistas, burócratas varios… van a preferir desoír esta información por una cuestión de mera supervivencia de mentalidad de rata. Siempre van a argumentar: “¡Yo sólo hago mi trabajo!” ¿Y cuál es ese trabajo? Romper la barrera que protege al individuo de un Establishment político muy interesado en controlar cada faceta del ciudadano global. Esa barrera es la familia; y ese ciudadano eres tú.
ADOLESCENCIA PERPETUA: MADE IN SKULL & BONES
Dr. Eric Trist, usaba técnicas de manipulación psicológica para prolongar la adolescencia
Parte de ese 0,01% consciente de quién es y qué hace, fue Eric Trist, psicólogo que estudió en Yale (Skull&Bones) y fue alumno de B.F. Skinner. Trist observó la posibilidad de modificar la conducta (de hecho, lo llaman “conductivismo”, behaviorism) a través de ciertas técnicas. Existe una palabra clave en el conductivismo de masas: “crisis”. ¿Cuál es la época más crítica de todo ser humano? La adolescencia. Por ello, se busca prolongar la adolescencia de la población en sendos límites para prefabricar una sociedad global infantil, inmadura, descentrada, irreflexiva, dispersa, distraída y maleable. En civilizaciones normales, la adolescencia era un corto y natural lapso de tiempo (uno o dos años, a los 15 ó 16 años) que precedía a las responsabilidades de la vida adulta. Tras cien años de trabajo de los think-tank globalistas, la adolescencia es un amorfo tiempo extendido desde los diez años hasta unos indeterminados treinta y tantos (o incluso más). Saben que la mejor forma de garantizar la erradicación de relaciones interpersonales profundas es instigar a tener varios compañeros sexuales durante los críticos años de la adolescencia.
Saben que la promiscuidad asegura en la sociedad la incapacidad de aceptar un compromiso amoroso como base para la formación de una estructura familiar. Saben cómo demoler una estructura social sana, porque llevan siglos estudiándolo. A través del massmedia se sexualizó a los pre-púber y se prolongó el infantilismo en edades avanzadas, tal y como el Dr. Trist teorizó hablando de lo deseable que era lo que él llamó “adolescencia perpetua”. ¿Por qué hacer de la población mundial una masa eternamente adolescente? El adolescente es un consumidor nato. El adolescente gasta más. El adolescente es pusilánime. Y sobre todo: el adolescente no es ni un niño ni un adulto; es decir, es completamente dependiente y, al mismo tiempo, es incapaz de formar una estructura familiar independiente. Abrid los ojos y mirad a vuestro alrededor.
TELEVI-SIÓN= PROGRAMACIÓN MKULTRA
MTV Teen Choice Awards
Ellos saben muy bien lo que están haciendo… ¿lo sabes tú?

La Televi-Sión es para el control mental, no para el ocio

Propaganda a través del deporte
MEDIOS Y HERRAMIENTAS DE PROPAGANDA GLOBAL
Joseph Goebbels, profundo conocedor y admirador del trabajo de Bernays, dejó en sus escritos sobre Weltanshauungskrieg en 1939: “En las próximas décadas tendremos medios suficientes para modificar completamente la percepción que el europeo tiene del mundo.” Esos medios –ya lo señaló Le Bay y después Russell- eran medios técnicos, o en definitiva, tecnológicos. La propaganda se serviría de los “nuevos medios” de comunicación que aspirarán a tener un alcance global a lo largo de todo el siglo XX. Esta propaganda se presenta con apariencia artística, a pesar de que su producción se lleva a cabo desde la antípoda de cualquier arte: la industria. La Unión Soviética tenía una “Industria de la Cultura” que, sin eufemismos soviéticos, no era otra cosa que el aparato de propaganda. En los estados del bloque occidental el término más usado para referirse a esa entidad gubernamental no fue “industria” sino “ministerio”, voz política que está irremediablemente extraída del contexto institucional vaticano. Estos aparatos (en la guerra fría, “industrias” en los comunistas, “ministerios” en los capitalistas) trazaron una línea conjunta de desarrollo coordinada por la entidad de UN (Educational, Scientific and Cultural Organization). Y ahora, en pleno siglo XXI, se comprueba que todas las reformas educativas, las legislaciones científicas y las políticas culturales convergen en un mismo modelo con una simetría asombrosa. ¿Por qué los sistemas educativos tienden a uniformarse en todo el mundo? ¿Por qué se habla de una única comunidad científica internacional? ¿Por qué todos escuchamos la misma música, vemos las mismas películas, vestimos los mismos blue jeans? Existe una coordinación meta-nacional en todo esto. Esa coordinación de propaganda global se ejecuta actualmente desde Naciones Unidas.
Engañado por ese aparato, el ciudadano global ve arte, cultura y educación, allá donde sólo hay propaganda, propaganda y propaganda. De hecho, aún hoy (ya sin soviets), los propagandistas se refieren a esas herramientas como “industrias”. Aquí señalaremos cinco de esas industrias y un breve resumen de algunos de sus mecanismos, los relacionados directamente con la destrucción de la unidad familiar, objetivo explícito del socialismo tecnocrático.
La Industria del Deporte: El ya citado Goebbels dijo con referencia a los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936: “Este grandioso evento será la demostración experimental que mostraremos al mundo de nuestras ideas.” Goebbels se refería a las teorías raciales y eugenésicas. Pues bien, en 1936 las olimpiadas se celebraron en la Alemania nazi… después la guerra… y ocho años después, se celebraron en Londres, y a los cuatros siguientes también en Londres. La locura racial no fue ni mucho menos exclusiva de los nazis. De hecho, hubo una campaña propagandística de masas que buscó la criminalización del nacional-socialismo, alrededor de los excesos que compartieron con sus enemigos aliados. La eugenesia es europea, el colectivismo tecnocrático es europeo… y el deporte también es europeo.
El poder propagandístico del deporte es inmenso en la sociedad global. Incide con virulencia en la emotividad de las masas para transmitir contenidos pseudo-heroicos a niños y adultos. Erradica las referencias viriles genuinas de la cultura, para sustituirlas por modelos comportamentales prefabricados. Por ejemplo: un niño hindú normal crecía escuchando historias de Arjuna, un niño español normal se criaba escuchando leyendas del Cid Campeador, o un niño egipcio normal aprendía de los relatos que escuchaba de Dhul-Nun. En el mundo globalizado, esa autenticidad cultural fue sustituida por Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Kobe Bryan, Tiger Woods, Michael Phelps y compañía.
Una vez más, la técnica se aplicó en este medio propagandístico con el desarrollo de una medicina y una farmacología propia: la medicina deportiva y su correspondiente doping. ¿Qué sería del deporte de élite norteamericano (NBA, NFL, etc) sin doping? Nada. ¿Y qué sería de la industria del deporte sin el deporte de élite norteamericano? Nada de nada.
Porque el deporte de élite es el campo de pruebas de la investigación farmacológica y biotecnológica desarrollada por las mismas instituciones siniestras que aquí se han citado. Las principales universidades en esta área son las británicas de siempre (Cambridge y Oxford) y ciertas universidades norteamericanas (en especial, californianas). Los Huxley fueron los primeros en hablar de “transhumanismo”, y ambos (en especial, Aldous) trabajaron en la Universidad de Los Ángeles y en contextos académicos californianos de los que saldrá más tarde el Foresight Institute. En Silicon Valley está Singularity University, entidad científica y educativa fundada por el judeo-austrico (como Bernays) Raymond Kurzweil, que aboga por la biotecnología, la nano-robótica y la farmacología para “mejorar al ser humano”. En este proyecto participan patrocinadores como la NASA, Google, o Nokia. Un ejemplo más histriónico de esta hermandad entre socialismo tecnócrata y deporte es el atlético y grotesco Timothy Ferriss, que es doctor en Neurociencia (Neuroscience) en la Universidad de Princeton. Llevan más de cien años fabricando héroes de plástico; y con el deporte se ha llegado al límite inferior en el cual los fantoches producidos ni tan si quiera se asemejan a un ser humano.
OTRO CANON Y LOGRO DE LA INFRAHUMANIDAD:

Los engendros de la tecnología y la farmacología deportiva
DEMONINA JOLIE, EMBAJADORA G-SUITA

Angelina Jolie, Embajadora de Naciones Unidas y CFR

El industrial del cine, Pedro Almodóvar, nombrado Doctor Honoris Causa
♣La Industria del Cine: Si el deporte es la principal herramienta de propaganda global sobre los instintos activo-masculinos, la Industria del Cine se sirve de la pasividad inherente a todo espectador para llevar a cabo una profundísima manipulación psicológica. Que nadie lo dude: el cine es un medio propagandístico. Como industria nació en Los Angeles a principios de siglo XX, y en él siempre prevaleció la “producción” por encima de cualquier dirección artística o trabajo interpretativo a sueldo. El dueño de una película es siempre el “productor”. El cine no es un medio artístico en el que se insertó una industria. No, no, no. Es una industria de propaganda en la que dentro existen destellos artísticos que en última instancia están a sueldo de la producción. En palabras aún más claras: el cine no es el séptimo arte; sino que es -y siempre fue desde su aparición- la principal herramienta de propaganda global. Sobre todo después de la crisis de los años cuarenta, el cine de Hollywood ni tan si quiera es rentable en términos económicos. De nuevo, la financiación de una herramienta propagandística (en este caso, el cine todo ello) se apoya en una sofisticada estructura de fundaciones, entidades privadas y subvenciones públicas más interesadas en su función propagandística y publicitaria. ¿Os habéis preguntado cuánta gente tendría que ir al cine y pagar su entrada para pagar los cachés de Steven Spielberg, Angelina Jolie o Tom Hanks? No hay gente ni salas de cine en el mundo suficientes para sufragar esas cifras. Hay otros financistas y otros intereses.
¿Cuál es la función simbólica de una “estrella”? La de guiar: la Estrella Polar (o el Crucero del Sur) nos guía; la Estrella de Oriente guía a los Reyes Magos; alguien bien guiado es alguien “con estrella”. Obsérvese que se ha creado un explícito “sistema de estrellas” (star system; literalmente así llamado). La población mundial es guiada científicamente por unas referencias comportamentales sistematizadas: las “estrellas” de cine. Para formar parte de ese sistema estelar, además de ser actor, hay que tener algunos de los siguientes requisitos: o ser de origen judeo-asquenazita, o estar divorciado, o tener un pasado problemático con las drogas y el alcohol (o en muchos casos, los tres al mismo tiempo). De forma descarada, algunas de estas referencias estelares se presentan como “Embajadores de Buena Voluntad de la ONU”; otros como “caballeros” de la Reina de Inglaterra; y otros directamente como directores y miembros de entidades educativas, academias artísticas, fundaciones filantrópicas, ministerios de cultura, universidades varias… Estos sinvergüenzas son las referencias comportamentales de todo el mundo globalizado, y a estas alturas la influencia de esta herramienta de ingeniería social se encuentra en extremo desbocada.
TODA LA INDUSTRIA DE SEXO Y PORNO ESTÁ DISEÑADA PARA ESCLAVIZARTE, NO PARA EL PLACER

Hefner con algunas de sus barraganas
CORNUTO Y BELLADONA: SATAN INSIDE

Productores de la Industria del Sexo: Nacho Vidal y Michelle Belladona

♣La Industria del Sexo: Conviene tomarse en serio como enemigo a la llamada Industria del Sexo. En volumen de negocio sólo tiene parangón con la industria del cine convencional. Si se estudia su financiación y su origen se comprende qué función propagandística tiene. Con la pornografía (tal y como con el opio o la cocaína) ocurre que los primeros consumidores y traficantes formaban parte de la misma élite política. Los primeros pornógrafos fueron nobles europeos e industriales norteamericanos más o menos pervertidos. Con las revoluciones culturales de los sesenta y los setenta, la población tuvo acceso libre a la pornografía, a través de empresas con el mismo origen que las cinematográficas. Hollywood está a lado de San Fernando Valley. Para comprender rápidamente la importancia de la Industria del Sexo en el plan global de destrucción cultural, basta saber que uno de sus magnates, Hugh Hefner, fue asistente registrado de varias reuniones Bilderberg. ¿Por qué comparten mesa tipos como Hugh Hefner o Larry Flint con tipos como Henry Kissinger o David Rockefeller? Insisto en que hay que tomarse en serio la amenaza de la industria pornográfica: ataca y arrasa cimientos culturales con poquísimo esfuerzo, rápido y en masa. No se trata sólo de que el onanismo desvitalice al consumidor de estos contenidos hasta límites que prácticamente ningún moderno va a reconocer por un hipócrita pudor. La pornografía de masa va más lejos: la misma actividad sexual se muestra como una mera masturbación con otro cuerpo, profanando toda valencia sagrada de la sexualidad. Personalmente me niego a pensar que existen tantos onanistas dispuestos a pagar como para mantener una estructura empresarial que mueve tantos millones de dólares. Como ocurre con el cine convencional, el cine porno se apoya en una financiación suministrada por entidades interesadas en su papel propagandístico.
Si se observa a sus productores, se verán unos puntos comunes. Gran porcentaje de los productores y actores porno se criaron en contextos sociales y familiares de un extremo puritanismo. Entre las actrices porno, abundan las hijas de reverendos protestantes, activos moralistas y férreos militares. No es una contradicción: sólo en el puritanismo secular puede florecer una industria como la pornográfica. Al repasar la biografía de algunos de los protagonistas de esta industria, comprobé interesantes datos comunes en muchos de ellos. Por ejemplo, una de las parejas de productores de más éxito del siglo XXI, tiene un currículo curioso: Michelle Belladona es hija de una autoridad religiosa cristiano-mormona y militar de alta graduación en el Ejército de los Estados Unidos; y su pareja y socio, el español Nacho Vidal fue miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército Español. Por supuesto, en la pornografía se suministran todos los contenidos propios de una decadencia civilizadora: homosexualismo, sodomía, lesbianismo, coprofagia, bestialismo, necromancia, sadismo… todo. Si comparamos Sodoma con nuestro “mundo feliz” del siglo XXI, parece que la ciudad bíblica sería clasificada como softcore.
SIEMPRE AZUL MASÓN
Sir Paul McCartney rindiendo pleitesía

♣La Industria de la Música:
La música es otra herramienta propagandística de primer orden apoyada en un industria específica, pues al fin y al cabo ¿a quién no le gusta la música? Cuando publiqué algunas observaciones sobre la cultura pop en el libro “La Danza Final de Kali”, recibí decenas de correos de beatlemaniacos, hippies y fans de Michael Jackson, que creían haber leído una crítica hacia sus artistas preferidos. Esa no es la cuestión. Por supuesto que hay músicos y artistas extraordinarios que hacen música pop. Lo que tenemos que discernir es que la estructura mediática que hace posible que esos artistas sean conocidos es netamente propagandística. Michael Jackson puede ser o puede no ser un gran artista, pero el hecho de que sus canciones sean conocidas en Rio, Tokio, Paris o Johannesburgo, lo permite un entramado que no tiene ningún interés artístico, sino tan sólo político. Para mejor comprensión: en este artículo se ha citado a Sir Charles Darwin, Sir Thomas Henry Huxley o Sir Bertrand Russell. ¿Qué tendría en común toda esta gente con tipos como Paul McCartney, Mick Jagger o Elthon John? Pues que los unos y los otros (todos ellos) tienen título de Sir británico y son “caballeros” de órdenes de la Corona de los Windsor. Una institución política como la Corona jamás va a conceder honores a alguien que no colabore con sus intereses. El valor artístico es irrelevante, pues la función de estos sires en cuanto sires es propagandística. Científicos, periodistas, militares… son meras herramientas de los intereses imperialistas, y por ello, reciben condecoraciones y honores de instituciones político-militares. Lo mismo ocurre con la industria pop: es otro brazo del mismo plan de agresión.
En última instancia, las fuerzas militares, la psicología de masas aplicada a la ingeniería social y la industria pop, colaboran estrechamente entre ellas. Desde los años sesenta, periódicas “revoluciones culturales” son implementadas para arrasar los sustratos culturales genuinos de todos los pueblos, y de paso, introducir ciertas drogas en la población. La música pop es algo así como la banda sonora que estas revoluciones prêt-à-porter utilizan en su imposición comportamental y manipulación social. Cada década tiene su “revolución”, con su droga estrella y con su artista estrellado. En los sesenta, el LSD (con su pelele Brian Jones, drogadicto, muerto en extrañas circunstancias). En los setenta, la heroína (con su pelele Sid Vicious, drogadicto, muerto en extrañas circunstancias). En los ochenta, los anti-depresivos y ansiolíticos (y con su pelele Michael Jackson, drogadicto, muerto en extrañas circunstancias). En los noventa, la cocaína (con su pelele Kurt Cobain, drogadicto, muerto en extrañas circunstancias). Las revoluciones pop siguen un padrón repetido: devastación cultural, imposición de una referencia comportamental e introducción social de alguna droga. La única diferencia esencial entre las diferentes revoluciones pop es que en cada década se consigue un alcance mayor, pues las herramientas de propaganda cada vez son más numerosas y potentes.
El último y más salvaje ejemplo de esta imposición cultural es el llamado hip-hop. Una vez más hay que saber discernir entre la manifestación cultural legítima de un pueblo y la utilidad de manipulación cultural que el plan globalista extrae. El pueblo afroamericano es una de las comunidades más castigadas por la ingeniería social tecnocrática. (Si queréis saber realmente qué han hecho con los afroamericanos, leed Malcom X. No estoy diciendo que veáis películas sobre Malcom X, documentales sobre Malcom X, conciertos en homenaje a Malcom X. Estoy recomendando la lectura de los libros de Malcom X. Hago una pregunta: ¿Alguien sabe quién fue Malcom X? Leed Malcom X.) El pueblo afroamericano fue usado para proyectar una “revolución cultural” global, aplicada en todo el mundo, con unos contenidos claros: culto a la violencia, las drogas, el dinero, el crimen y la misoginia. Con la cultura hip-hop, la música pop como herramienta en manos de la ingeniería social global llegó a un
nivel de devastación sin precedentes en la historia de la globalización cultural. En los años noventa, mientras los occidentales se espantaban con las noticias de los burqas de los tarados talibanes o de la monstruosa ablación genital de algunas comunidades africanas, la música que escuchaban en sus estaciones globales de música en los cinco continentes canturreaban cantinelas con palabras como “hooker”, “bitch”, “cunt”, “pussy”, y demás atropellos de los que no parecían espantarse tanto. En pleno siglo XXI, tras observar y analizar las evidencias, se puede enunciar con claridad: la industria de la música pop es una inmensa red de propaganda global. Así de claro: podéis seguir bailando a ese ritmo si eso queréis… pero así es.
♣La industria del Entretenimiento: Todos estos medios propagandísticos globales (deporte, cine, pornografía, música pop…) se presentan con el pretexto de ofrecer un inocente entretenimiento. De hecho, ellos hablan de una “Industria del Entretenimiento” como un cajón de sastre donde entra todo tipo de propaganda. Fijaos en esta palabra: “entretenimiento”. El entretenimiento es la acción de entretener y, definido por la RALE, entretener no es sino “distraer a alguien impidiéndole hacer algo”. Es decir: no hay entretenimiento posible sin la voluntad de alguien que busca impedir algo al entretenido. ¿Qué pretende impedir la Industria del Entretenimiento? Impedir que cuestiones, que te enfurezcas, que razones, que luches, que veas, que hables, que ames, que leas, que escribas, que pienses… en definitiva, ¡que vivas! Zbigniew Brzezinski dijo en 1970, en “Between Two Ages” que “en las próximas décadas va a resultar prácticamente imposible la existencia de un pensamiento propio.” ¿Acaso piensas que el señor Brzezinski está interesado en tu diversión? Pues lo está: existe una Industria del Entretenimiento que produce cacharros que incluso fueron llamados “Sistemas de Entretenimiento” (Entertainment System). Recordemos la “adolescencia perpetua” del Dr. Trist y la intención de infantilizar a la población global. Hace décadas, apareció en escena algo referido con la palabra “juego” (game, en inglés), es decir, algo para niños. Este “juego” no se comercializó sólo para los niños. En su desarrollo, se puede hacer un seguimiento de los contenidos y asegurar categóricamente que todo esto es muchísimo más que un juego. Es una potentísima plataforma de propaganda global con una influencia de masas en constante crecimiento. Eso son los llamados “videojuegos”.
La industria del videojuego ofrece algo novedoso con respecto a la industria del cine: una ilusión de interacción. Ante una película, el espectador está pasivo tragando contenidos. Ante un videojuego, el jugador cree estar interactuando en una trama (por supuesto, la actividad se reduce a los movimientos de las manos sobre el llamado joystick). El videojugador se involucra emotivamente con lo que está presenciando a través de su ilusoria participación. Resulta previsible que sus apologistas y publicistas aseguren que el videojuego no es más que un juego, como el ajedrez, las damas o el manqara. Pero no es así: los contenidos están científicamente escogidos y en la industria están involucrados las mismas instituciones, entidades, universidades y las mismas corporaciones paraguas que están detrás del deporte, el cine o la pornografía.
Las playstations están en el mismo saco empresarial que la cinematográfica Columbia Pictures o el monstruo discográfico Sony BMG. Las X-box es un artilugio más de Microsoft y, por lo tanto, bajo control de la infame Bill & Melinda Gates Foundation. Todo videojuego está bajo la sombra del llamado “Gran 6” mediático. Veamos cuáles son los contenidos de estos inocentes juegos: deporte (por ejemplo, EA-Sports es una compañía especializada en videojuegos en colaboración con FIFA, NBA, NFL… y demás espectáculos deportivos), guerra (existen innumerables videojuegos que son simuladores de guerra de infantería, de aviación, naval… Cito, por citar alguno, la saga Medal of Honor), y armas (existen innumerables videojuegos en los que el jugador -¿el niño?- se familiariza con los diferentes fusiles, pistolas y rifles de asalto del mercado internacional del armas.
¿QUÉ ES VERDADERAMENTE LA REALIDAD VIRTUAL?
Muy sencillo: Es Mátrix.
Cito, por citar alguno, Counter Strike). Existen extremos ya alcanzados como videojuegos consistentes en ser un criminal proxeneta (San Andreas, de Rockstar Games), atropellar mujeres embarazadas (Carmageddon, de Stainless Games), o realizar orgías sexuales (Sexfriend, de Stone Heads). En el extremo del “entretenimiento” ya alcanzado existen videojuegos que ofrecen una vida alternativa a la vida real, una vida virtual, una ciber-vida (Second Life, de Linden Reseach).Y es que estos “juegos” hace tiempo que dejaron claras sus intenciones: crear una realidad paralela, virtual y paradójica en el sentido de que no puede ser real. El desarrollo de esta herramienta como medio propagandístico llevaría el poder de manipulación psicológica hasta límites difíciles de predecir. Preferimos ceñirnos a la actualidad: si la Industria del Entretenimiento sigue desarrollándose al mismo ritmo que lo está haciendo, ni los más optimistas pueden alejar “los próximos años” que señaló Brzezinski en 1970, del futuro más inmediato. Los medios de propaganda global y psico-manipulación de masas habrán llegado en ese momento a la culminación de su expansión exterior. En ese momento, la escalada de control sobre el ser humano se concentrará en su interior, en la propia tecnización de su organismo y fisiología. Con control absoluto sobre el exterior del individuo y su contexto social (es lo que han hecho durante todo el siglo XX), la tecnocracia global a lo largo del siglo XXI se sumergirá en el control de su interior y su computarización psicológica. Este viaje infernal ya ha comenzado.
VIDEOJUEGOS FAMILIARES
Los primeros sistemas de entretenimiento
En esta era abierta, la propaganda global ya no tendrá como producto una “ingeniería social”, tal y como ya conocemos. Será (empieza a ser) aún más horrible: al controlar ya no sólo el exterior y lo social, sino el interior y lo psico-fisiológico, la industria propagandística global arrojaría una “ingeniería psíquica”. El siglo XXI se presenta así para la tiranía científica: la sociedad (lo que ya Le Bon valoró como “masa”) ya está controlada; ahora resta controlar directamente al individuo. Pero, infelizmente para estos psicópatas enfermos del control, esto es más difícil. ¿Por qué? Pues porque aun después de sobrevivir a toda esta locura globalizadora resumida en este artículo, la psique individual (el alma, ruh, jiva… cada pueblo aún lo llama con su propia lengua) tiene vigor para enfrentarse y encarar al enemigo. Un individuo como yo ha escrito este artículo; y un individuo como tú lo está leyendo. Por muy adversa que nos resulte la situación, me consta que ni tú ni yo se lo vamos a poner fácil. Hemos demostrado ser huesos mucho más duros de roer de lo que valoraron sus ideólogos globalistas. Y si hemos conseguido esto, cada uno de nosotros como individuo (poco importan nuestras diferencias de raza, nacionalidad, religión…) se lo debemos a nuestro padre y a nuestra madre, a la familia: esa unidad que han buscado destruir sin éxito. Pues aun maltrecha, la familia es el verdadero bastión de resistencia frente al colectivismo tecnocrático que sigue identificándola como enemigo. Conviene tenerlo claro y no llevarse a engaño: la ambición de poder y control sobre el individuo no tiene límites para las fuerzas globalizadoras. Concluimos esta breve síntesis de la historia de la agresión secular global sobre todo sustrato cultural genuino y su unidad familiar. Hablemos ahora del riguroso presente.
BRZEZINSKI: “ES MEJOR MATAR UN MILLÓN QUE CONTROLAR UN MILLÓN”
Zbigniew Brzezinski, uno de los cerebros eugenésicos del NWO tecnotrónico
La Era Tecnotrónica: El Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard ya citado, Zbigniew Brzezinski escribió en 1972: “La era tecnotrónica involucra la aparición gradual de una sociedad más controlada. Tal sociedad será controlada por una élite no contenida por los valores tradicionales.” La aparición gradual de esta sociedad no es un fenómeno espontáneo, sino que responde a un proyecto de ingeniería social global, apoyado en una ciencia específica y ejecutado por medios técnicos, tal y como se ha explicado en este artículo. Esa “aparición gradual” que Brzezinski anunció en los años setenta, en los años noventa se convirtió en algo “visible” (Recordemos a George H. W. Bush en 1991 y su ya célebre “It´s coming in the view…”), y en el siglo XXI es palpable: una sociedad global uniformada y controlada por medios técnicos en manos de una reducida minoría que proyecta sucedáneos culturales, ideológicos y religiosos a una población en la que han arrasado su sustrato intelectual y espiritual genuino a lo largo del último siglo. En efecto, tal y como dijo y dice Brzezinski, esta sociedad ya está “controlada por una élite no contenida por los valores tradicionales”. Lo que da cohesión a esta élite no es ninguna familia, ni raza, ni religión: es la perpetuación de su oligarquía a través de herramientas tecnológicas y científicas. Para dicha perpetuación, es necesario arrasar todo (todo) resquicio de sustrato cultural genuino, cualquier base de una comunidad humana, toda estructura de agrupación y cooperación. Es por ello, como ya he dicho, que la familia es (y siempre será mientras sobreviva aún en la agonía) el enemigo final a batir para el socialismo global tecnocrático.
Pero ciñéndonos a la actualidad, esta tiranía global tecnocrática ahora mismo está librando otra batalla con otro enemigo: los restos orgánicos de los estados-nación. ¿Cuántos estados-nación existen en el mundo que no colaboren con el Gobierno Mundial? ¿Existe alguno? Por supuesto que ya no existe ninguno. Lo que sí que existen son estructuras orgánicas nacionales y algunos pocos patriotas dispuestos a dar guerra. Existen resquicios nacionales vivos en Estados Unidos, existe alguno tibio en Europa, y también habría alguno en ciertos países árabes. Por ello, la segunda década del siglo XXI se inaugura con una escalada de “revoluciones” diseñadas por think-tanks globalistas, servicios de inteligencia y socialistas tecnocráticos que ejercen de marionetas. En una entrevista datada de finales de 2009 (por cierto, la colgué en Youtube al considerarla un documento relevante ), Henry Kissinger declara lo siguiente: “Se puede explicar en términos económicos de manera más sencilla. En los próximos años, en algunos países o algunas regiones, la gente va a quedar sin trabajo.
Ante esta situación, la población va a pedir soluciones a sus gobiernos. Pero los gobiernos son nacionales, y los problemas son globales.” Este es el “proceso de la globalización” (sic; así se refiere en la misma declaración el señor Kissinger) que busca liquidar las debilitadas soberanías nacionales, con el fin de introducir más legislación internacional, más impuestos globales, más poder para las plataformas burocráticas metanacionales, y en última instancia, la imposición de un aparato de poder político global. Para ello, las mismas instituciones (universidades, fundaciones, massmedia…) que hemos aquí citado coordinan “revueltas” y “protestas” a través de herramientas tecnológicas con un poder propagandístico sólo inaugurado recientemente. Pues para una ingeniería social de alcance global, ¿qué mejor herramienta que algo llamado “Redes Sociales” presentada a las masas a través de Harvard, la misma universidad del señor Brzezinski ? Dos años después de la declaración de Kissinger, comenzaba una escalada de “revoluciones” (así las llamaron) coordinadas para desestabilizar los países árabes de cara a la expansión sionista. Por otro lado, en Europa, ya desvencijada económicamente, se escenificaron movimientos de control del
descontento social completamente inéditos en sincronización, eficacia y utilidad en el proceso globalizador. Podemos ilustrar este nuevo paradigma de ingeniería social con lo que ha sucedido en España. Se podría hablar de lo que están haciendo en Libia (otra guerra permanente más, como Afganistán o Iraq), o de lo que están haciendo en Siria (un peligrosísimo juego sólo comparable a un niño zarandeando un enorme barril con dinamita)… pero centrémonos en la llamada, no sin sorna, spanish revolution.
ELMANIFIESTO DEL 15-M APARECIÓ EN LA WEB DEL PSOE
Web del PSOE, al servicio de la agenda secreta
Para los lectores no españoles, les pongo en antecedentes: en 2011, España se presenta como una de las economías más debilitadas de una turulata Unión Europea, con una de las poblaciones más envejecidas del mundo y con unos índices de desempleo alarmantes para cualquier viabilidad estatal. En este contexto de descontento (más aún, desesperación) social, se llevan a cabo unas movilizaciones de apariencia espontánea en la última quincena de este pasado mes de Mayo, mes en el que se celebraron comicios electorales donde el partido gobernante, el Partido Socialista Obrero Español (subráyese “socialista”), tenía una prueba de fuego muy difícil de superar. Hasta ahí, todo bien, todo normal. Ocurre que las movilizaciones se transformaron en organizadísimas acampadas precisamente una semana antes de las elecciones. Ocurre que las movilizaciones dijeron haberse coordinado a través de las llamadas “redes sociales” y la telefonía móvil. Ocurre que las movilizaciones tuvieron como motor a la base social de los desencantados simpatizantes y ex votantes de los desacreditados partidos de izquierda del estado. Y sobre todo: ocurre que el 15-M se convirtió en un movimiento más diseñado y pre-fabricado con el mismo objetivo antes señalado: liquidar los resquicios orgánicos legítimos de la nación-estado, dar a las masas descontentas una ilusión teatral de disidencia en última instancia controlada, y abrir paso para una petición popular de un internacionalismo gubernamental (Kissinger dixit). ¿Y quién tenemos al frente de estas “nuevas revoluciones”? Antaño, en toda revolución, teníamos a experimentados militares, estrategas de guerrilla y astutos politólogos. Pero ahora, ¿a quién tenemos como apologistas e ideólogos de las ciber-revoluciones tecnocráticas? ¡Pues a expertos en informática y nuevas tecnologías!
Hay unos rasgos que abundan en los nombres propios de la spanish revolution. Los cito: muchos de ellos tienen o han tenido filiación socialista de cualquier tipo (fabiana, comunista, la que sea); muchos de ellos son de origen judeo-asquenazita (incluso algunos educados como judíos seculares); muchos de ellos están vinculados profesionalmente con empresas tecnológicas o de telecomunicación; muchos de ellos tuvieron (o tienen) relación académica con instituciones científicas o tecnológicas citadas en este artículo; y finalmente, otro rasgo: muchos de ellos son homosexuales. Por supuesto que este último dato es irrelevante por sí solo (como algunos otros), y me consta que los fanáticos y subyugados me lo arrojarán a la cara con aquel estigmatizante moderno de la “homofobia”. Sin embargo, un gran porcentaje de los ciber-revolucionarios españoles son homosexuales, y yo tengo coraje para usar ese dato con el fin de identificar lo que tenemos en frente. Por ejemplo, si digo, ¿qué es oscura, tiene bigote, tiene una cola larga, es sucia y vive en las alcantarillas? Alguien me responde: ¡Es una rata! Eso no quiere decir que “tener bigote” sea intrínsecamente negativo, pero citar el dato ayudó para que identificarais la rata. Así ocurre con la homosexualidad de algunas de estas gentes, dato junto con el cual, por supuesto, jamás daría nombres propios.
Pero sí que puedo dar y doy nombres propios junto a otros datos: en un programa informativo del ente público RTVE (“Informe Semanal”; pueden buscar en los archivos de RTVE del 4-6-2011), aparece una entrevista a Tomasz Szabelewski presentado como “portavoz 15-M” (ahí tenéis la foto; ¡gracias José M.!). ¿Qué hace un polaco educado en Estados Unidos y Reino Unido indignado con el pueblo español?
PUN-SETH, EL EX ECONOMISTA DEL FMI QUE APOYA EL 15-M
Eduard Punset, fue periodista económico de la BBC propiedad de los amorosos Windsor
UNO DE LOS PORTAVOCES DEL 15-M ES DE UN THINK TANK ILLUMINATI
Szabelewski, del think tank elitista Everis en Informe Semanal
Recordemos cuál era el centro de la tecnocracia global; recordemos de qué universidades salieron los Huxley y los Kurzweil? ¿Dónde se formó Szabelewski? En California hizo el High School, y después estudió en Cambridge y en Londres. Después pasó a trabajar como consultor de negocios del que se ha convertido en uno de los mayores think-tank de Europa, Fundación EVERIS, presidida por Eduardo Serra Rexach, el que fue Secretario de Defensa durante el gobierno socialista desde 1982 hasta 1987 (años de inserción de España en la OTAN) y fue Ministro de Defensa entre 1996 y 2000. Veamos: un “portavoz” de un movimiento revolucionario que está a sueldo de un think-tank ultra-neoliberal bajo control de un político que fue Secretario y Ministro del Ministerio de Defensa durante una década. ¿Sabéis aquella adivinanza: “oro parece; plata no es”? Pues está clarito.
Otro nombre propio, tan poco español como el precedente, es Martin Varsavsky, benefactor de la acampada de la Puerta del Sol los días posteriores al 15 de Mayo. Si Eduardo Serra Rexarch (además de Ministro de Defensa) fue fundador de Airtel, el señor Varsavsky fue fundador de otra grande de las telecomunicaciones en España, Jazztel. Martin Varsavsky está especializado en el mundo empresarial de las nuevas tecnologías y fundó entre otras Einsteinet, Ya.com y FON. Además de su actividad empresarial, Varsavsky tiene una fundación con su nombre (Fundación Varsavsky) volcada en la educación y las nuevas tecnologías. Él mismo es miembro del Consejo de Administración de la Fundación Clinton (sí, sí: de Bill Clinton) y de la infame Fundación OneVoice, inmiscuida en la política exterior israelí. Martin Varsavsky fundó también Medicorp Sciences, una empresa de biotecnología que se hizo de oro desarrollando los test del virus del SIDA (seguro que sobre esto Luis Carlos Campos tiene mucho que decir…). Y es que todos los nombres propios de esta spanish-revolution son entusiastas tecnócratas amantes de las nuevas tecnologías, como Enrique Dans, doctor de la Universidad de California (de nuevo, California) y post-graduado en Harvard (¿nos preguntamos si se encontró por el campus a Brzezinski o a Zuckerberg?). Si hay alguien que aún duda del carácter social-tecnocrático de esta revolución pre-fabricada, que eche un vistazo a otro instigador y “portavoz”: Eduard Punset. Punset hizo el bachillerato en Los Angeles antes de ser miembro del Partido Comunista en su vuelta a Europa. Estudió en la Universidad de Londres y trabajó como periodista económico en el brazo mediático de los Windsor, la BBC, además de ejercer como economista del Fondo Monetario Internacional, organismo implementado por la ONU en 1945. Punset debe su fama popular a su tarea divulgativa sobre investigaciones científicas.
Sólo sus fans y los que hemos tenido la santa paciencia de asistir a su programa televisivo, “Redes”, saben que a Eduardo Punset le encanta repetir a cuántos ilustres científicos ha conocido en su vida, tales como los mismos Huxley, Francis Crick o Raymond Kurzweil. Si tienen acceso al archivo de “Redes”, podrán ver a Eduard Punset codearse en ruso con científicos del libertarian transhumanism soviético y jactarse de tener aristocráticos amigos del Royal College of Science británico, todo ello mientras hace publicidad de sus libros de autoayuda (reconocemos no haber leído ninguno como para asegurar hasta qué punto son malos) con títulos como “El Viaje a la Felicidad” (sic; editado en Booket, es decir, a través del Grupo Planeta). Obsérvese que los nombres propios son los mismos, que las universidades son las mismas, que las fundaciones, empresas y entidades burocráticas son las mismas.
La revolución española es sólo un ejemplo de una vuelta de tuerca más en una misma ingeniería social global con pretensiones tecnocráticas e internacionalistas. La población, una vez más, fue utilizada para dar otro paso en la misma dirección. Los que me conocen saben que mi tarea no es pretender parecer simpático ni decir lo que todo el mundo quiere oír. Mi tarea es aportar datos alrededor de lo que valoro como verdad, independientemente de la irritación que cause. Por eso, con respecto al caso particular español, enuncio algo que mi deber me exige enunciar: hay evidencias para asegurar que, ahora mismo, el pueblo español está siendo dirigido por el peor de sus enemigos.
Sin embargo, el caso particular español no debe apartarnos de la visión panorámica de un mismo proyecto globalizador que se ha servido siempre de una misma estrategia: desmantelar toda cultura genuina. Hace cien años las masas no tenían Facebook, ni acceso a internet, ni cine en 3D; y aun así, la maniobra globalista ha sido en esencia la misma hace cien años y ahora, repitiéndose constantemente, variando sólo en radio de influencia. Han devastado científicamente todo sustrato cultural orgánico, y después han implementado una sustitutiva e ilusoria uniformidad cultural llamada “globalización”. Algunos hablan de un “gobierno en la sombra”, pero lo cierto es que no están tan en la sombra, están a cara descubierta, y sonríen para que les fotografíen. Insisto en que hay todo un respaldo científico e institucional en esta destrucción global de cada una de las comunidades humanas, y basta que el lector investigue a través de algunos de los nombres que en este artículo se ha dado para que se dé cuenta del nivel de descaro alcanzado por la comunidad científica y sus financistas industrial-bancarios. Les habrá quienes aleguen “no creer en teorías de conspiración”, cuando yo no propongo nada en lo que creer y sí mucho en lo que reflexionar y cuestionar. Para mí, más increíble que cualquier teoría, supone comprobar que tras señalar las obviedades de un presente que ya ha alcanzado cotas grotescas, algunos se disculpen diciendo: “Yo es que no me lo creo…”. Sin embargo, en este artículo no he tratado una cuestión de fe.
Este artículo se ha limitado a arrojar una síntesis sobre una información que concierne a todo ser humano. Respeto profundamente el criterio individual de cada lector a la hora de reaccionar ante todo lo dicho. En los últimos años, me he acostumbrado a recibir reproches y recriminaciones por no proponer praxis ni planes de acción. No obstante, toda la presión que recibo la soporto bien y me mantengo en el mismo posicionamiento: aquí cada uno ya es mayorcito para saber qué puede, qué debe, y qué va a hacer. Respeto al hombre y a la mujer que no exigen a sus superiores que les dicten lo que tienen que hacer. Toda capacidad de acción del individuo moderno pasa por una reconstrucción de su relación comunitaria y familiar. Poco importa que seas argentino, egipcio o ruso; musulmán, cristiano o pagano; hombre, mujer o hermafrodita… tu capacidad de reacción pasa por reconstituir tu respectiva comunidad, la cual –sea la que sea- estará debilitada por la brutal guerra cultural desarrollada en los últimos cien años. Por lo tanto, si quieres extraer algo “práctico” de este artículo, habla, debate, cuestiónalo con tu comunidad. Establece los lazos que fueron rotos: reflexiona sobre lo esencial de la información y contrástala con los puntos de vista de otros miembros comunitarios y familiares. Habla, conversa, discute, en la puerta de las iglesias, o en las mezquitas, o en las cafeterías, o en tu club de tenis, o donde quieras. Lee este artículo en el formato que gustes, impreso, en pdf, o en forma de barquito de papel. Difúndelo fotocopiado, en email, o dentro de una botella arrojada al mar. Cópialo si quieres. Pégalo si quieres. Plágialo si quieres. Que este artículo sirva para revitalizar las diferentes comunidades humanas supervivientes y sus núcleos intelectuales genuinos. Sólo un imperativo: Proteged a vuestras familias.
Bendiciones para todas ellas.”
Ibn Asad, 21-6-2011, http://www.ibnasad.com
autor de La Danza Final de Kali y La Rueda de Cuatro Brazos